Opinión

The Who en 1979: los chicos están bien… en el cine

En 1975 The Who estrenaron la versión cinematográfica de ‘Tommy’ dirigida por Ken Russell.
photo_camera En 1975 The Who estrenaron la versión cinematográfica de ‘Tommy’ dirigida por Ken Russell.
La película se estrenó en el Festival de Cine de Cannes el 14 de mayo de 1979 y en junio se lanzó un álbum como banda sonora 

Cuando el 7 de septiembre de 1978 falleció Keith Moon, el legendario batería de The Who por una sobredosis de tranquilizantes, ya hacía algún tiempo que Pete Townshend y Roger Daltrey habían decidido diversificar en ciertos aspectos las fuentes de ingresos que el grupo tenía más allá de los royalties discográficos y las ventas de tickets en las giras, centrándose en un nuevo modelo de negocio que iba a tener como referente fundamental la industria del cine. 

No era un mundo desconocido para ellos, en especial para Roger Daltrey. En 1975 The Who estrenaron la versión cinematográfica de ‘Tommy’ dirigida por Ken Russell, que también trabajó con el cantante de los Who ese mismo año en la heterogénea ‘Lisztomania’, la hilarante y surrealista versión rockero-cinematográfica de la biografía del compositor Fran Liszt. Pete Townshend había participado en la producción de ambos filmes y llegado el momento, vio que la producción de películas desde una empresa creada por ellos mismos podía ser un buen negocio.

Esta idea, que no estaba prevista a corto plazo, en cierto modo se aceleró a consecuencia de la muerte de Keith Moon, por cuanto además de que el plan de giras quedaba en suspenso hasta que el nuevo batería Kenny Jones se acoplase a la perfección al grupo, Pete Townshend pensó que cara a replantear la imagen y el trabajo del grupo y volver en cierto modo como unos nuevos The Who, era mejor que la banda experimentase algo similar a una parada biológica para volver renovados en todos los sentidos. Cara a seguir vivos en el rock business, lanzar películas musicales con sus correspondientes bandas sonoras, como habían hecho con ‘Tommy’ en el 75, se presentaba como la mejor opción, más allá de sus resultados económicos. 

La película se estrenó en el Festival de Cine de Cannes el 14 de mayo de 1979 y en junio se lanzó un álbum como banda sonora

De tal suerte, hace ahora exactamente 45 años, en mayo de 1979, los Who presentaron su proyecto empresarial cinematográfico con dos cintas que hicieron historia en el ámbito por un lado del cine documental, por el otro en el del cine independiente británico que había creado su propia escena, su propia escuela e inclusive su propia industria alternativa desde finales de los años 50 del siglo XX con la irrupción del Free Cinema inglés.

La primera película, a la que seguiría después ‘Quadrophenia’ unos meses más tarde fue el documental autobiográfico ‘The Kids Are Allright’, un proyecto que inició un cineasta aficionado norteamericano fan a muerte de los Who llamado Jeff Stein, quien a pesar de no tener experiencia previa en la realización de películas, convenció a la banda para que apoyaran el proyecto y se desempeñó como director de la película. Stein había producido un libro de fotografías de la gira de la banda en 1970 por los USA cuando solo tenía 17 años y en 1975, se acercó a Pete Townshend para mostrarle una colección de fragmentos de películas que proporcionaran una referencia histórica para los fanáticos de la banda. Townshend inicialmente rechazó la idea pero el manager del grupo, Bill Curbishley, le convenció para que cooperara.

Cuando Stein y su editor Ed Rothkowitz mostraron a la banda y a sus parejas una recopilación de 17 minutos de clips de sus apariciones en televisión en Estados Unidos, apenas podían creer la reacción. “Townshend estaba en el suelo, golpeándose la cabeza. Él y Moon estaban presos de un ataque de risa histérica. La esposa de Daltrey se reía tanto que derribó la mesa de café en la sala de proyección. Su reacción fue increíble. Fue entonces cuando realmente se convencieron de que valía la pena hacer la película”.

Stein sabía que muchas de las mejores actuaciones y momentos más memorables de la banda nunca se habían grabado o se habían perdido. Durante más de dos años, recopiló imágenes de películas, shows de televisión y películas de fans en Inglaterra, Estados Unidos, Suecia, Alemania, Francia, Australia, Noruega y Finlandia y en algunos casos rescató imágenes literalmente de la basura. Luego, el equipo de filmación pasó cinco días narrando la vida cotidiana del batería Keith Moon en su casa de Malibú, California, incluida la fiesta de su 31 cumpleaños. Finalmente, Stein intentó en varias ocasiones grabar interpretaciones de canciones que no estaban cubiertas por el material de archivo, en particular “Baba O’Riley” y “Won’t Get Fooled Again”. Las grabaciones finales se realizaron el 25 de mayo de 1978, pero lamentablemente la mayoría de las bobinas originales de este concierto se perdieron. En diciembre de 1977 se grabó una versión de “My Wife” en el  Gaumont State en Kilburn y, aunque no se incluyó en la película, apareció en el álbum de la banda sonora.

La película se estrenó en el Festival de Cine de Cannes el 14 de mayo de 1979 y en junio de 1979 se lanzó un álbum como banda sonora que incluía la mayor parte de las canciones integradas en la cinta. El álbum alcanzó el puesto número 2 en el Reino Unido aunque le fue mejor en los EE. UU., donde igualó el puesto número 2 en las listas de álbumes de Billboard y fue Platino.

‘The Kids Are Alright’ – o como se estrenó en España unos meses más tarde, en noviembre de 1979, con el rumor de que con motivo de la exhibición de la película vendrían a tocar por primera vez a nuestro país, ‘Los chicos están bien’-  se estrenó en Estados Unidos el 15 de junio de 1979 en plena era del cine catastrófico que comenzó con películas como ‘La Aventura del Poseidón’, ‘El Coloso en Llamas’, ‘Aeropuerto’75’ o ‘Terremoto’. En este ambiente, el kit de prensa original de ‘The Kids Are Alright’ se basó en la reputación destructiva de la banda y la llamó “la primera película de catástrofes de rock ‘n’ roll del mundo”. 

Con la colección de material que incluyó, Stein intentó crear no un documental lineal y cronológico, sino en sus propias palabras, “una resurrección del rock´n´roll en la gran pantalla y una montaña rusa espeluznante” que fuera digna de la reputación de la banda. Las actuaciones que componen la columna vertebral de la película se organizan en torno a una serie de encuentros lúdicos de los miembros de la banda con varios presentadores de programas de televisión de entrevistas y variedades, la relación de Pete Townshend con sus fans, admiradores y críticos, y las interminables barrabasadas de Keith Moon. De hecho, la película empieza literalmente con una explosión que se produjo en la aparición de los Who el 15 de septiembre de 1967 en el programa de televisión de la CBS ‘The Smothers Brothers Comedy Hour’ en Los Ángeles tras el final de su primera gira por Estados Unidos. Sincronizaron los labios de “I Can See For Miles” y pusieron nervioso al presentador Tommy Smothers al negarse a seguir el guión mientras intentaba conversar con ellos antes de “My Generation”. 

A partir de ahí, una historia tan entrañable como desquiciada, tan llena de rock como de subversión. Un retrato certero, sincero y hasta cierto punto entrañable de lo que nunca debió dejar de ser el rock´n´roll. 45 años después, no ha envejecido mal. 

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