Juegos tradicionales, carrilanas y música popular sustituyeron las polémicas fiestas taurinas celebradas en años anteriores

'Galos' y 'sopas' llenan las mesas en la fiesta gastronómica de Muíños

Domingo González supervisó la comida en el pabellón. (Foto: MARCOS ATRIO)
Sin toros, pero con sopas de burro. La capitalidad de Muíños se vistió ayer de largo para celebrar las fiestas más 'enxebres'de los últimos años, al cambiar las corridas de toros (suspendidas temporalmente por las obras en el campo de fútbol) por las tradicionales bajadas de carrilanas por la carretera de Porqueirós, las partidas de tute en el bar de la feria y las exhibiciones de juegos populares a cargo del Centro Cultural de la Diputación, sin obviar su exquisita gastronomía a base de 'sopas', torradas y 'galo pica no chán'.
El pabellón de la localidad albergó, a partir de las dos de la tarde, una concurrida comida popular a base de empanada de maíz, cazuela de pollo con patatas y bica de Muíños. Alrededor de 600 platos, preparados bajo la supervisión del cocinero Domingo González, que fueron degustados por vecinos de toda la comarca así como de Portugal. Al caer la tarde el turno fue para las torradas de vino y leche y las 'sopas do burro canso', el postre típico que los lugareños tomaban durante las duras labores del campo .

Por la noche, la fiesta se trasladó al complejo turístico de O Corgo. Si el viernes la playa fluvial la abarrotó la actuación de la orquesta Panorama, ayer fue el turno de los dj's y la música house en la cuarta edición del 'Muíños Dance'. Jóvenes y no tanto, disfrutaron del espectáculo de luz y sonido en las orillas del embalse de As Conchas hasta bien entrada la madrugada.

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