José T.F. y Luis T.A. fueron juzgados ayer como presuntos autores de desobediencia en relación a la construcción de una nave en la carretera de Celanova, de Xinzo de Limia, sin contar con licencia municipal. La acusación sostiene que, a pesar de que el Concello de Xinzo ordenó la paralización de las obras en junio de 2003, éstas continuaron, por lo que se acordó el precinto de las mismas, efectuado en agosto de 2003, precinto que supuestamente fueron retirados por los acusados.
Un año después, según la acusación, el Concello ordenó la demolición de la nave y que se precintara el acceso al almacén pero cuando, en febrero de 2005 se intentó otra vez materializar el precinto acordado, José T.F. lo impidió. Posteriormente, y a pesar de que se comprometieron al derribar la nave, los acusados no lo hicieron y fue el Concello quien tuvo que llevarlo a cabo.
Por el incumplimiento reiterado de las resoluciones municipales, los dos acusados se enfrentan a una pena de un año de prisión cada uno de ellos por un presunto delito continuado de desobediencia. En el juicio declararon como testigos el alcalde de Xinzo, Isaac Vila y el secretario municipal, así como el delegado de la Consellería de Educación, Gonzalo Iglesias Sueiro, ya que la nave se encontraba en una finca próxima a una vivienda de su esposa, quien se personó como acusación particular.
Por el incumplimiento reiterado de las resoluciones municipales, los dos acusados se enfrentan a una pena de un año de prisión cada uno de ellos por un presunto delito continuado de desobediencia. En el juicio declararon como testigos el alcalde de Xinzo, Isaac Vila y el secretario municipal, así como el delegado de la Consellería de Educación, Gonzalo Iglesias Sueiro, ya que la nave se encontraba en una finca próxima a una vivienda de su esposa, quien se personó como acusación particular.
