La iglesia limiana de Santa Mariña acoge esta tarde el funeral por Antonio Sánchez Gil, enterrado ayer en el panteón familiar

Multitudinario y emocionado adiós en Xinzo al presidente de Coren

La comitiva fúnebre abarrotó las calles. A la derecha, Manuel Gómez-Franqueira, consejero delegado. (Foto: MARCOS ATRIO)
Centenares de personas acudieron al entierro del presidente de Coren, Antonio Sánchez Gil, que recibió sepultura en el cementerio parroquial de Xinzo tras un oficio religioso en la iglesia de Santa Mariña. El funeral será esta tarde, a las cinco, en el mismo templo de la capitalidad limiana.
La comitiva fúnebre partió a las seis de la tarde del tanatorio de Santa Mariña, que una hora antes ya estaba abarrotado de personas, obligando a la Policía Local a cortar la carretera N-525, conocida en la villa como avenida de Madrid, durante el paso de los asistentes y del féretro, que entró en la iglesia lleno de coronas de flores. Sacaron el féretro del velatorio y lo introdujeron en la iglesia miembros del consejo rector de Coren. Durante todo el trayecto, en silencio, los asistentes abarrotaron calles y aceras y fueron también muchos los que se acercaron al cementerio para acompañar a la familia del finado. Sánchez Gil deja mujer, un hijo y tres nietos.

Al entierro acudieron decenas de trabajadores de Cooperativas Ourensanas, numerosos cooperativistas de toda la provincia y el consejo rector en pleno de Coren, encabezado por el consejero-delegado, Manuel Gómez-Franqueira, así como numerosos representantes de la clase empresarial y política, entre estos últimos buena parte de la Corporación municipal de Xinzo.

Antonio Sánchez Gil falleció a los 82 años de edad en su casa de Xinzo de Limia, el pasado jueves., tras una enfermedad.

Originario de Valencia pero afincado en A Limia desde hace muchos años, fue uno de los cofundadores del actual Grupo Coren, que ayer le rindió homenaje con la presencia del consejo y la de numerosos cooperativistas, ligados todos por la misma actividad agraria.

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