Los vecinos salieron al campo para celebrar la cuarta edición de la ‘Festa etnográfica do millo’

Los alaricanos recogen el oro de Seoane

Los vecinos, en pleno proceso de recogida del cereal, en el campo ubicado a las afueras de Seoane.  (Foto: Martiño Pinal)
Las condiciones meteorológicas registradas desde el pasado mes de agosto han favorecido el crecimiento del cereal, cuya fiesta etnográfica celebraban ayer los vecinos de Seoane, en el Concello de Allariz. Un año más, y ya van cuatro, matrimonios jubilados, padres e hijos e abuelos y nietos compartían una tarde de labor en el campo con motivo de la ‘Festa etnográfica do millo’. Un cereal que durante muchos años fue muy importante en la conocida como ‘Terra do Millo’.
En fila de uno, los vecinos de Seoane, acompañados de visitantes llegados desde A Torre, O Rodicio o la capitalidad municipal, desfilaban ayer, cesta en mano, desde el local social hasta el campo de Juan Devesa y Josefa Graña para iniciar la recogida del maíz en una nueva edición de la ‘Festa etnográfica do Millo’. ‘Platámolo no mes de maio, axudados pola burra mais algún vecino do pobo’, recordaba Josefa Graña, quien no dudaba en afirmar que ‘ademais de servir para representación da festa, o millo, despois, o utilizamos para dar de comer as galiñas e os porcos, e as vacas si as houbera’, bromeaba.

La ausencia de lluvias y las altas temperaturas que han protagonizado los termómetros de la provincia desde el pasado mes de agosto, dejaba en los campos de Seoane un trigo seco, ‘listo para a recollida’, sentenciaban los más mayores del lugar. La fiesta etnográfica nacía en 2006 con el objetivo de mantener viva en la memoria de todos el proceso de cultivo de este cereal, tan importante durante muchos años en la conocida como ‘Terra do Millo’. ‘É unha ledicia da que disfrutan os nenos e os maiores, porque nos permite recordar os tempos de antes’, apuntaban, a pie de campo, José y Benjamín Fernández.

Futuras muñecas

Tras la ‘escasulla’, tan sólo una muestra del inmenso campo plantado a las afueras de Seoane, los vecinos construyeron ‘a pila’ y ‘degrañaron’ unas cuantas mazorcas para ilustrar los presentes ‘de onde ven o pan’. Sin embargo, para los más pequeños esta era una opción secundaria. ‘Levamos o millo para facer monecas’, afirmaban al unísono Miguel Estévez, los hermanos Anxo y Adriana Vidal, al tiempo que aseguraban ser unos cono cedores del campo. ‘Os tres vivimos en Ourense, pero vimos ó pobo e axudamos ós avós a recoller as patatas e as uvas’, aseguraba el pequeño Estévez.

La fiesta en Seoane comenzaba a partir de las 16.30 horas, los vecinos se fueron reuniendo en la ‘eira’. Bajo la sombra del canastro, Josefa Pacheco y María Fernández, recordaban como de ‘mozas, antes de emigrar a Euskadi, facíamos do traballo unha festa. Reuníamos por familias, ou cuadrillas de amigos, e íamos o campo a traballar, pero sin deixar de cantar. E si chovía, metíamos no palleiro’. Ayer, las gaitas no dejaron de sonar en Seoane hasta que pasadas las siete y media de la tarde, los celanoveses de ‘Os Pacorroques’ representaban la obra de teatro ‘Pista ou Peste’.

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