Maceda cría parásitos para atacar la avispilla del castaño

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photo_camera Un momento de la jornada de puertas abiertas que celebró el vivero de Maceda.

De las inistalaciones de su vivero salen cada año más de 4,5 millones de árboles, pino y roble sobre todo

El vivero de Maceda, propiedad de Tragsa desde el año 1996, celebró ayer su primera jornada de puertas abiertas con el objetivo de dar a conocer su actividad en el entorno rural.

Tal y como explicó Beatriz Cuenca, responsable de proyectos de Investigación y Desarrollo de Tragsa, las líneas de trabajo de este vivero están orientadas a la producción de materiales forestales de reproducción que tengan algún grado de mejora. En este contexto se sitúa la lucha contra la avispilla que afecta al castaño. Como novedad en este ámbito, la ingeniera agrónoma señala que, desde Maceda, se está trabajando en la producción de un "parasitoide" enemigo natural de la avispilla cuyo uso no está todavía autorizado en España, pero sí en su modo experimental. "Hay varias zonas en Galicia en donde se han realizado sueltas desde el año 2014 y hasta la actualidad", explica Beatriz Cuenca. "El problema aquí es que dependemos de las importaciones del parasitoide desde Italia, y lo que pretendemos es aliviar el peso de esas importaciones produciéndolo localmente, al menos, durante los primeros años. Después será muy fácil conseguirlo en el campo directamente y todo esto carecerá de sentido", añade.

En la actualidad, un equipo multidisciplinar compuesto por 16 personas trabaja en las instalaciones de Maceda, que tienen una capacidad de producción media de 4,5 millones de plantas anuales, en su mayoría, pino y roble. En los últimos años, este vivero ha servido unos 26 millones de ejemplares, no solamente en España, si no también en el país vecino Portugal, y también en Italia y Francia.

La mayoría de estos ejemplares tienen como destino la repoblación de bosques dañados de todo el país. Precisamente, y tal y como explicó Manuel Villarroel, responsable del Grupo Tragsa en Galicia, durante estas semanas varios de los técnicos de la empresa se encuentran trabajando de urgencia con motivo de la oleada de incendios. "Lo principal ahora mismo es evitar la erosión y la contaminación de los ríos, tarea para la que estamos coordinados y a disposición de la Xunta de Galicia", manifestó el responsable. Entre otros, desde Maceda se ayudó en la reforestación de Laza tras los incendios sufridos en la localidad.

Es posible obtener cualquier vegetal

A lo largo de las nueve hectáreas de extensión con las que cuenta el vivero de Maceda hay ubicadas una nave de trabajo de 2.000 metros cuadrados, un laboratorio, tres invernaderos (uno de bajo cristal con calefacción, otro de planta madre y un último de enraizamiento), un umbráculo (zona oscura) , una zona de endurecimiento ( a dónde pasan las plantas una vez que han superado la fase de aclimatación), oficinas y almacén, bolsa de riego y parcelas de ensayo. En este ámbito de trabajo se contemplan dos modos de producción de planta: la que se cultiva de manera habitual y la que se genera por encargo. En estas naves, y tal y como explican desde la empresa Tragsa, puede obtenerse cualquier tipo de vegetal ya que está capacitado para producir la mayor parte las plantas forestales, ornamentales y de fruto, bien por métodos tradicionales o biotecnológicos.

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