La Festa do Boi de Allariz es sin duda una de las celebraciones más atractivas de la provincia. De ella no sólo disfrutan los propios vecinos que han luchado por mantenerla durante siete siglos, sino también los numerosos visitantes que durante estos días se acercan a la localidad para conocer de cerca este festejo que combina tradición y respeto por los animales y por el entorno natural.
Aunque para entender bien esta Fiesta y poder disfrutarla en toda su expresión, conviene seguir de cerca varios consejos que la asociación Xan de Arzúa, principal organizadora, nos recuerda año tras año:
- La organización cuenta habitualmente con 4 bueyes durante la fiesta.
- A los Bois no se les puede tocar. Corresponde su tacto y cuidado a los hombres del “sedeño” y la “aguillada”. Estos son un colectivo abierto a todo aquel que desee implicarse en el desarrollo de la fiesta. Los requisitos son que deben estar en forma y tener ganas de correr, claro, según aseguran los veteranos. Este colectivo realiza un trabajo previo en los meses y semanas anteriores al inicio de la fiesta. La interacción con el animal, así como su amansado para familiarizarlo con las personas, la cuerda o el yugo con el que tendrá que convivir durante la fiesta, es fundamental.
- El Boi es un animal noble pero en determinadas circunstancias puede ser peligroso si uno no se cuida. Hay que estar atentos. A pesar de la imprudencia muy puntuales de algunos participantes y las características urbanas del casco viejo, con calles estrechas y empinadas, el número de incidentes son contados para los cientos de personas que se concentran en cada carrera.
- Los portales de la villa de Allariz siempre estuvieron abiertos en el recorrido del animal. Los portales sirven de refugio y huida. Deben permanecer abiertos y nunca cerrarse en el caso de que el animal quiera entrar.
- Seis bombas anuncian la salida inminente “do boi” y una sola el fin da carrera.
- Debe evitarse pasearse con los niños pequeños durante el tiempo de las carreras. Los niños son responsabilidad de los padres.
Esta fiesta ha ido aumentando su popularidad, tanto dentro como fuera de Galicia, contando con miles de visitantes. Es un acontecimiento de carácter popular en el que la diversión está garantizada.
Balcones engalanados, buen tiempo y cuatro bueyes bien amansados esperan en Penamá su traslado a la villa para hacer las delicias de corredores y público en la Festa do Boi que arranca hoy.
