La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil inició ayer la segunda fase de los trabajos de limpieza de las aguas del embalse de As Conchas, en la comarca de Baixa Limia.
Tras tres semanas de trabajos manuales para retirar las algas en estado de descomposición de las aguas y las orillas del embalse, el organismo de cuenca supervisó la instalación de limnocorrales (dispositivo móvil que atrapa los nutrientes empleando suelos de origen volcánico) con los que pretende 'evitar o tratar de reducir nuevos blooms (proliferación masiva) de cianobacterias', señalaban fuentes de la Confederación, que la semana pasada se vio obligada a ampliar los trabajos de retirada de las algas debido al incremento de las temperaturas.
La instalación de los limnocorrales, fruto de un trabajo de investigación desarrollado en colaboración con el equipo de Tecnología Ambiental de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), consiste en la colocación de un dispositivo de forma tubular (de unos ocho metros de profundidad y dos metros de diámetro) que cuenta con un sistema de flotación y otro de fondeo que evita su desplazamiento con la variación del nivel del embalse y el efecto del viento. En su interior, cuenta con andosoles (suelos de origen volcánico) y un sistema de agitación de agua para incrementar su eficacia en la captura de nutrientes.
TRES SEMANAS
El mecanismo está preparado para 'limitar la existencia de nutrientes mediante el empleo de suelos ándicos antieutrofizantes, que también se encuentran de forma natural en la geología de Galicia y que tienen la capacidad de capturar ortofosfatos', explicaban a través de un comunicado.
Según los datos que manejan los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, las pruebas que con carácter experimental se realizarán en el embalse y cuyo coste podría alcanzar los 20.000 euros de presupuesto, se prolongarán durante las próximas tres semanas. Transcurrido este periodo, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y los investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela valorarán su eficacia en la disminución de la concentración de nutrientes en el río Limia y, por lo tanto, en la presencia de cianobacterias en el embalse.
La instalación de los limnocorrales, fruto de un trabajo de investigación desarrollado en colaboración con el equipo de Tecnología Ambiental de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), consiste en la colocación de un dispositivo de forma tubular (de unos ocho metros de profundidad y dos metros de diámetro) que cuenta con un sistema de flotación y otro de fondeo que evita su desplazamiento con la variación del nivel del embalse y el efecto del viento. En su interior, cuenta con andosoles (suelos de origen volcánico) y un sistema de agitación de agua para incrementar su eficacia en la captura de nutrientes.
TRES SEMANAS
El mecanismo está preparado para 'limitar la existencia de nutrientes mediante el empleo de suelos ándicos antieutrofizantes, que también se encuentran de forma natural en la geología de Galicia y que tienen la capacidad de capturar ortofosfatos', explicaban a través de un comunicado.
Según los datos que manejan los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, las pruebas que con carácter experimental se realizarán en el embalse y cuyo coste podría alcanzar los 20.000 euros de presupuesto, se prolongarán durante las próximas tres semanas. Transcurrido este periodo, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y los investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela valorarán su eficacia en la disminución de la concentración de nutrientes en el río Limia y, por lo tanto, en la presencia de cianobacterias en el embalse.
