La vivienda junto con el empleo, la salud o la educación es una de las mayores necesidades de la vida de cada uno de nosotros.
La vivienda, por su función social y su importancia para la persona y la comunidad no debe ser considerada simplemente como un objeto de consumo. La ley andaluza antidesahucios, ha sido demonizada desde el día de su presentación, al considerarla desestabilizadora para el sector financiero. La fuente de esta polémica radica en que permite expropiar el uso temporal de viviendas para evitar el desalojo. El infundio de esta alarma nos muestra que desde su puesta en marcha se han llevado a cabo no más de 10 expropiaciones con una previsión de 200 al año. ¿De verdad creen que se pone en peligro la estabilidad del sistema financiero? Sin embargo el decreto, de hacerse extensivo a todo el país, podría convertirse en la tabla de salvación para muchas familias españolas en riesgo de exclusión social.
