Muchos conciben el derecho como una simple serie de normas dictadas mecánicamente para garantizar la libertad de las personas, pero ahí está la mayor equivocación de la sociedad actual, vacían de toda moralidad (al margen de la religión) las leyes y sentencias que delimitan los derechos, los cuales, por propia definición, deben estar demarcados para respetar los de aquellos que son o piensan diferente a nosotros. ¿Qué ocurre cuando se da el caso de un vacío moral? Que el marco dedicado a cuadrar las libertades individuales de cada persona deja de existir, que se impone una especie de macabra libertad colectiva que representa solo a
¿Qué ocurre cuando se da el caso de un vacío moral? Que el marco dedicado a cuadrar las libertades individuales de cada persona deja de existir, que se impone una especie de macabra libertad colectiva que representa solo a una minoría decidida a presentar como derechos los grilletes con los que pretenden esposarnos.
Dicho esto debo, como creo que todos los españoles deberían hacer (aunque son libres para no hacerlo) expresar el sentimiento de repulsa que me provoca la decisión del TEDH de Estrasburgo, derogando la aplicación de la llamada doctrina Parot, pues no concibo como aquellos que deben defender la justicia prefieren defender la libertad de terroristas, asesinos, violadores y toda esa escoria apartada de la convivencia diaria con el resto de personas. ¿Cómo pueden unos 'jueces' poner por encima el derecho de aquellos que viven por el terror y vapulear la libertad de aquellos a los que les fue arrebatada su vida por defender una idea de unidad y paz?
Porque no sólo los fallecidos han perdido su vida, sino también los familiares de éstos, pues su vida jamás volverá a ser la misma. Jamás en mi vida he tenido miedo, pero sí lo tengo por el futuro de aquellos que están por venir, pues me aterra la idea de que se normalice el defender al delincuente y el castigar al inocente, el que desde una orientación ideológica se criminalice a todo aquel que no la comparta, el que se aplauda reaccionar de forma violenta a todo aquel disidente de un pensamiento ligado al derecho al terror.
Dicho esto debo, como creo que todos los españoles deberían hacer (aunque son libres para no hacerlo) expresar el sentimiento de repulsa que me provoca la decisión del TEDH de Estrasburgo, derogando la aplicación de la llamada doctrina Parot, pues no concibo como aquellos que deben defender la justicia prefieren defender la libertad de terroristas, asesinos, violadores y toda esa escoria apartada de la convivencia diaria con el resto de personas. ¿Cómo pueden unos 'jueces' poner por encima el derecho de aquellos que viven por el terror y vapulear la libertad de aquellos a los que les fue arrebatada su vida por defender una idea de unidad y paz?
Porque no sólo los fallecidos han perdido su vida, sino también los familiares de éstos, pues su vida jamás volverá a ser la misma. Jamás en mi vida he tenido miedo, pero sí lo tengo por el futuro de aquellos que están por venir, pues me aterra la idea de que se normalice el defender al delincuente y el castigar al inocente, el que desde una orientación ideológica se criminalice a todo aquel que no la comparta, el que se aplauda reaccionar de forma violenta a todo aquel disidente de un pensamiento ligado al derecho al terror.
