Antes de nada, deseo dar las gracias al periódico La Región por el interés que puso en la investigación llevada cabo a raíz de la publicación de la carta que les envié.
De todas maneras, hay cosas que me llaman mucho la atención, como las declaraciones que hace la letrada de Gestión Integral del Gas de Mérida S.L.U., la cual mantiene que la empresa en cuestión dispone de una 'delegación itinerante' en Galicia y que realiza su trabajo, bien a petición de los clientes (cosa rara ya que ¿quién llama a Mérida para que revisen su bombona de butano?) o bien con la técnica que define como 'puerta fría'.
Miedo me da que sin solicitar nada, entren en tu casa, te hagan pagar 212,11 euros por diez minutos revisando algo que está al día y, curiosamente, siempre en viviendas de gente de avanzada edad. ¿Qué harán con la técnica de la 'puerta caliente'? Tampoco entiendo la postura de Repsol que no toma medidas contra tal intrusismo que perjudica en gran medida a los concesionarios que trabajan para dicha empresa.
El día 3 de abril, La Región saca otro artículo sobre el mismo tema en donde dice que el Instituto Galego de Consumo, perteneciente a la Consellería de Innovación e Industria, declina pronunciarse sobre las denuncias y el porqué una empresa de Badajoz opera en Galicia. Esto hace que me pregunte de nuevo: ¿para qué sirve dicha consellería si no le interesa lo que ocurrió, según datos que salieron en una televisión y que dice que los perjudicados pueden llegar a quinientos? Esos señores cobran a finales de mes un jugoso salario que sale de nuestros bolsillos. Tienen (supongo) asesores, directores y quizá un largo etcétera, pero su postura es muy cómoda. Se sientan en su silla y que cada uno saque sus castañas del fuego. Eso ocurre tanto con los miembros del Gobierno gallego como con la oposición que una vez más no se entera de nada.
En Verín, el alcalde (senador en Madrid) aún no abrió la boca y lo mismo ocurre con la oposición; los de Ourense ídem, y no digamos los que están en Santiago. Lo importante es ocupar una silla y cobrar a finales de mes. Esto es lo que toca, menos mal que nos queda la prensa para que nos eche una mano. Esto es lo que hay, con la que está cayendo en Galicia, tierra de emigrantes, de paro y de población envejecida.Pero no desesperemos, dentro de poco nos volverán a pedir el voto.
Les agradezco la publicación de esta carta y el interés tomado en el problema que les planteé.
Miedo me da que sin solicitar nada, entren en tu casa, te hagan pagar 212,11 euros por diez minutos revisando algo que está al día y, curiosamente, siempre en viviendas de gente de avanzada edad. ¿Qué harán con la técnica de la 'puerta caliente'? Tampoco entiendo la postura de Repsol que no toma medidas contra tal intrusismo que perjudica en gran medida a los concesionarios que trabajan para dicha empresa.
El día 3 de abril, La Región saca otro artículo sobre el mismo tema en donde dice que el Instituto Galego de Consumo, perteneciente a la Consellería de Innovación e Industria, declina pronunciarse sobre las denuncias y el porqué una empresa de Badajoz opera en Galicia. Esto hace que me pregunte de nuevo: ¿para qué sirve dicha consellería si no le interesa lo que ocurrió, según datos que salieron en una televisión y que dice que los perjudicados pueden llegar a quinientos? Esos señores cobran a finales de mes un jugoso salario que sale de nuestros bolsillos. Tienen (supongo) asesores, directores y quizá un largo etcétera, pero su postura es muy cómoda. Se sientan en su silla y que cada uno saque sus castañas del fuego. Eso ocurre tanto con los miembros del Gobierno gallego como con la oposición que una vez más no se entera de nada.
En Verín, el alcalde (senador en Madrid) aún no abrió la boca y lo mismo ocurre con la oposición; los de Ourense ídem, y no digamos los que están en Santiago. Lo importante es ocupar una silla y cobrar a finales de mes. Esto es lo que toca, menos mal que nos queda la prensa para que nos eche una mano. Esto es lo que hay, con la que está cayendo en Galicia, tierra de emigrantes, de paro y de población envejecida.Pero no desesperemos, dentro de poco nos volverán a pedir el voto.
Les agradezco la publicación de esta carta y el interés tomado en el problema que les planteé.
