RECORDANDO AL PADRE SILVA

Benposta nació como un sueño, como el mismo Padre Silva decía, exactamente un 15 de septiembre de 1956 en el número 47 de la calle progreso de Ourense (actualmente). Desde entonces, con esos 15 chavales y una moto, siempre luchó por ser benposteño, que esa definición viene siendo ciudadano de Benposta comprometido con la transformación del mundo, donde día tras día quiso inculcar en la nación de los muchachos, perfectamente estructurada con sus leyes, moneda y parlamento.
Todo el que pasó por Benposta pudo recibir sus doctrinas en el vivir diario de la comunidad, o en los actos litúrgicos que dirigía en calidad de sacerdote. En su momento lo calificaron de cura rojo o rebelde, lo que le lleva la enemistad con los dirigentes de la diócesis, que fue pasando de obispo a obispo, pero algo de rebeldía hay que tener para gritar y denunciar las injusticias en el mundo como siempre lo hizo, y actualmente siguen existiendo, firmes denuncias que hizo hasta el final. Nunca cambió de ideas, evolucionando con el tiempo, a pesar que se diga lo contrario.

El circo Los Muchachos siempre fue el gérmen de propagación de Benposta por allí donde pasaba. El cura quería fundar una Benposta consiguiendo establecerse con firmeza en Colombia y Venezuela con varias sedes, después de varios intentos en países tales como Santo Domingo, Japón, Estados Unidos, Argentina, Mozambique y Haití, aunque el circo no pasó por todos estos países, pero si recorrió el mundo desde su fundación, llevando el nombre de Ourense con orgullo y satisfacción, lo que le llevó a ganar la medalla de oro de Bellas Artes entregada directamente por el rey Don Juan Carlos.

De Benposta se puede escribir mucho, y muchos de sus benposteños tendrán muchas cosas buenas que contar, no todo pudo haber sido tan malo.

Benposta sigue funcionando con fuerza en Colombia y Venezuela, aportando muchísimos de esos valores aquí fundados en este Ourense que le debe un reconocimiento. Tantos y tantos hemos pasado por Benposta Ourense, que sin esa ilusión que el cura comenzó en su día sería imposible que por estas tierras, las cuales estimo mucho, estuviésemos aquí.

Está claro que ha pasado mucha gente y no es posible que nos conozcamos todos, un grupo hizo una xuntanza hace pocos días, y el 15 de septiembre está previsto un festival con un excelente cartel que pretende, por lo menos este año, homenajear la figura de quien fue su fundador. Pero Benposta no ha sido sólo el Padre Silva, sino cada uno de los que por allí pasamos.

El fallecimiento del cura Silva, que pudo verse reflejado en cadenas de televisión locales, autonómicas, nacionales e internacionales, incluyendo las emisoras de radio y periódicos como el New York Times y muchos más, sin olvidarnos de La Región.

Cuando al Padre Silva le dio el infarto cerebral, siguió luchando hasta el final, pero cuando se destruye su obra por la que tanto luchó, es posible que haya solicitado descansar, como lo hizo el 2 de septiembre de 2011 y está junto a su madre en cristiana sepultura en Vilanova dos Infantes.

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