En respuesta a la carta enviada por el Sr. Julio Ortega Fraile, quisiera expresar que por mi mente jamás habría pasado la idea de que todo estaba perdido ante el desastre económico, moral y político de estos últimos años. Su protagonista es el PSOE, que trata de crear un clima de opinión negativo que resulta insultante para los cinco millones de parados. Y no le sirve la puerta de salida para salir huyendo de la tragedia, por ellos mismos provocada.
No será ése el camino para buscar con el voto el deseado retorno a la normalidad -a él llegaremos por la puerta del trabajo estable, capaz de crear la confianza necesaria-. Fue el PP, año 96, quien hizo posible aquel milagro que asombró al mundo. Hoy, ese mismo partido le pide a todos su confianza para repetir aquella hazaña, y con ello, rescatar también la España de la familia y la unidad nacional, tan maltratada en los últimos años. Somos un pueblo luchador, herederos de nuestra propia historia. Decía Santallana: 'Los pueblos que olvidan la historia están condenados a revivirla', rigurosamente cierto, pero 'el pasado, a través del presente, puede convertirse en enfermedad que nos nubla la mente y nos impide juzgar con verdadera ecuanimidad todo lo sucedido antes'. Sabias palabras. Siempre abrigué la esperanza de que España merecía otra cosa mejor que el recuerdo de aquel fatídico 36 donde hubo 'vencedores y vencidos', 'provocadores y traidores'. Como también pretende hacer con la transición democrática del 78, que le produce 'nausias'. Sus manifestaciones se convierten en acusadoras de su talante democrático.
Esa derecha, que a usted tanto le molesta, fue generosa con aquella transición, manteniendo una aptitud ejemplar para cerrar heridas, que mal utilizó la izquierda, para, de forma cobarde, satanizarla tildándola de 'cobarde heredera del franquismo', hoy 'extremistas de derechas'. Lo que ellos pretendían era execrar a la derecha de la vida política para contarnos su versión de la historia. O pidiéndole hoy al PP sacar de la campaña electoral el asunto ETA mientras ellos lo exhiben como un triunfo de la complicidad y la cobardía.
Margaret Thatcher decía que 'el socialismo dura hasta que se acaba el dinero de los demás'. Sr. Ortega, quiero expresarle mi compromiso para defender la libertad democrática, que con todas las imperfecciones, reina en nuestro país. Nuestro futuro está en manos de las nuevas generaciones. Y será nuestra responsabilidad el contarle 'la historia, sin matices que oculten la verdad'. Así ayudaremos a la grandeza que España tanto necesita.
Esa derecha, que a usted tanto le molesta, fue generosa con aquella transición, manteniendo una aptitud ejemplar para cerrar heridas, que mal utilizó la izquierda, para, de forma cobarde, satanizarla tildándola de 'cobarde heredera del franquismo', hoy 'extremistas de derechas'. Lo que ellos pretendían era execrar a la derecha de la vida política para contarnos su versión de la historia. O pidiéndole hoy al PP sacar de la campaña electoral el asunto ETA mientras ellos lo exhiben como un triunfo de la complicidad y la cobardía.
Margaret Thatcher decía que 'el socialismo dura hasta que se acaba el dinero de los demás'. Sr. Ortega, quiero expresarle mi compromiso para defender la libertad democrática, que con todas las imperfecciones, reina en nuestro país. Nuestro futuro está en manos de las nuevas generaciones. Y será nuestra responsabilidad el contarle 'la historia, sin matices que oculten la verdad'. Así ayudaremos a la grandeza que España tanto necesita.
