VERGONZOSAS CONDECORACIONES

Resulta incomprensible que por el mero hecho de ser considerado 'algo habitual' se proceda a la concesión de una condecoración de tan alto rango como es el Collar de Isabel la Católica, sin mérito alguno, al ex presidente Rodríguez Zapatero, tras haber dejado a España hundida en la más espantosa de las miserias.
Según parece, tal despropósito también se hará extensivo a otros miembros del Gabinete. Toda esta pantomima, carente de fundamento e impropia de los tiempos que vivimos, sólo puede ser considerada como una ofensa a la inteligencia. La dignidad que entraña una condecoración debería mantenerse a ultranza, y con las citadas concesiones, lo único que genera es una tremenda vergüenza ajena, que el caso de ciertos ministros, podría ser considerado como una falta de respeto o bien, mover a la hilaridad.

No puede entenderse como Rajoy, cansado de acusar a Zapatero en su época de responsable de la oposición por haber destrozado España, de mentir y falsificar las cuentas, ahora, como presidente del Gobierno, modifique su discurso y todo sean parabienes, cuando lo lógico es mantener los postulados esgrimidos. Estos cambios de criterio disgustan a votantes, militantes y simpatizantes del PP.

¿De qué y a quién tiene miedo Rajoy? ¿Se nos está ocultando algo? Se impone un retorno al Mariano Rajoy de la campaña electoral, a no ser que esté dispuesto a recibir el primer mazazo en las próximas elecciones autonómicas andaluzas. El descontento, por el momento, sólo crece en progresión aritmética; no permita que se convierta en geométrica.

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