SUCESO

Una familia de Cartelle se queda sin casa en un incendio

Otro fuego convirtió en cenizas un edificio que el dueño utilizaba como taller en Flariz (Monterrei)

Un incendio dejó a una familia de Prado de Sande (Cartelle), integrada por la abuela, dos hijos y un nieto, en la calle. Las llamas calcinaron por completo su vivienda recientemente rehabilitada. Las víctimas se fueron a vivir temporalmente con un pariente a la ciudad.

El fuego comenzó pasadas las ocho de la tarde del lunes en el piso superior mientras los miembros de la familia estaban en la parte baja –en la que tiene un amplio salón– preparando la cena y viendo la televisión.

El más pequeño de la familia, que estaba en la calle, fue el que se percató del incendio, al observar una densa humareda que salía de la cubierta. El joven irrumpió en el inmueble alertando de las llamas a su abuela y, acto seguido,  salieron a la calle. Ya no pudieron hacer otra cosa que avisar a los bomberos y resto de efectivos de emergencia, dado que las habitaciones y resto de dependencias estaban en llamas.

Las viviendas ardidas están, en ambos casos, situadas en medio de otros inmuebles. Los bomberos evitaron que el fuego se propagase



El concejal del grupo de gobierno, Antonio López, que reside a escasa distancia acudió de inmediato al lugar y conectó varias mangueras en las "bocas de antiincendios" que instaló el Concello para combatir los fuegos urbanos.

El primer teniente de alcalde, Jaime Sousa, recordaba ayer que tanto el edil, como el resto de vecinos, comenzaron a echar agua y "evitamos que el fuego se propagase a las viviendas colindantes", apuntó.
La vivienda ardida linda con otras tres casas, que no resultaron afectadas. Los bomberos de Celanova se desplazaron al pueblo y dieron por apagado el incendio sobre la medianoche. Un retén permaneció en el lugar varias horas más, ante el temor de que los rescoldos se reavivasen.

Pero no fue este el único incendio urbano en la noche del lunes en la provincia. A las 22,00 horas un vecino de Flariz (Monterrei) alertaba al Servicio de Emergencias 112 de otro fuego en una vivienda que viene siendo utilizada como almacén agrícola y taller de reparación de maquinaria.

En el inmueble, que está situado en el barrio de Outón, en el centro del pueblo, no había personas en el momento de declararse las llamas, que provocaron una densa humareda. Las llamas se propagaron con rapidez y al lugar acudieron los bomberos de Verín, que temieron que pudiera registrarse una explosión a causa de las botellas de butano que había acumuladas en el interior.

Los efectivos  de emergencia retiraron parte del material inflamable y evitaron que el fuego se propagase a las viviendas colindantes. Permanecieron en el lugar hasta bien entrada la madrugada enfriando los rescoldos.

Mientras, la Guardia Civil abría en sendos casos una investigación para esclarecer las causas que provocaron ambos incendios. Inicialmente, los agentes trabajan con la hipótesis de un cortocircuito en la instalación eléctrica. 

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