La agrupación de voluntarios de Protección Civil de Celanova están de enhorabuena. Tres de sus integrantes, Manuel Paz Borrajo y el matrimonio formado por José Luis Rodríguez Ortega y Rosa Pérez Iglesias, acaban de recibir el distintivo de permanencia que otorga la Xunta de Galicia a aquellos voluntarios que llevan 25 años o más formando parte de las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil de Galicia. “Somos os vellos”, bromea José Luis, quien recuerda con emoción el acto celebrado en A Estrada en el que le “tocó” recibir la medalla de manos del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. “É moi emocionante que recoñezan o traballo que levas feito durante tanto tempo”, confesaba José Luis, un cariño que recibe también de sus convecinos en su día a día.
Las bodas de plata de estos tres voluntarios de la marea naranja son un reconocimiento público a la labor altruista y desinteresada que llevan realizando en el municipio. Atendiendo desde accidentes en carretera hasta asistencias sanitarias, pasando por temas de vertidos, salvamentos o recogida de animales en la carretera. La participación en los operativos para eventos son mayoría en las estadísticas de los últimos años, con una media de 120 salidas al año (datos oficiales de la Axencia Galega de Emerxencias (AXEGA). Su labor en pandemia merecería un capítulo aparte. “Ser voluntario significa compartir parte do teu tempo libre con outras persoas, iso é o máis gratificante para min. En vez de ir correr, xogar a partida... estar ao dispor dos demais. Ser voluntario engancha”, dice José Luis, quien comparte con su mujer, Rosa, esa vocación.
Actualmente, Protección Civil cuenta con 14 voluntarios en Celanova para una población de 5.652 habitantes. “Somos pocos, necesitábamos ser más”, comenta Pilar Regueiro, presidenta desde hace dos décadas y quien estuvo presente en el acto de A Estrada junto con el alcalde, Antonio Puga. “Cuando venimos de las jornadas, la gente está muy ilusionada, pero luego es difícil mantener”, comenta la presidenta, que recuerda aquellos grupos concurridos, donde eran uno con los antiguos Grumir “e onde con menos medios, facíase máis”, apunta José Luis. Ambos reconocen que, en los últimos años, han tenido un par de altas de jóvenes del municipio.
De cara al futuro, desde la agrupación celanovesa tienen claro que, aunque les haría buena falta un vehículo pick-up para atender las salidas en el rural, lo que más les gustaría es contar con más voluntarios para garantizar el futuro de Protección Civil.
