Celanova recuperó este año -tras las restricciones impuestas por el covid- su tradición de las alfombras florales con motivo de la celebración del Corpus Christi, aunque el tiempo lluvioso que marcó la jornada dominical en la villa de San Rosendo obligó a trasladar al claustro las distintas creaciones, que se desplegaron por los cuatro lados de su perímetro -alrededor de 80 metros por lado- para deleite de fieles y visitantes.
Como es tradición, coincidiendo con la celebración del Corpus, fueron varios los niños que aprovecharon para celebrar su Primera Comunión; en este caso fueron ocho, cinco niñas y tres niños.
Tampoco faltó la música, que corrió a cargo de la Coral Solpor, en el transcurso de la misa solemne y de la banda de Música de Celanova en el claustro barroco.