Los comuneros quieren un bar para Gomesende

Comuneros de Gomesende, cansados de tener que coger el coche y conducir hasta otro concello para tomar un café, leer la prensa o, sencillamente, socializar, han propuesto al Concello montar su propio local-bar en la antigua casa del médico.

Gomesende es uno de los pocos concellos de la provincia de Ourense sin bar. Hace más de un año que cerró el último, y los vecinos del municipio tienen que trasladarse a otro concello, entre 6 y 15 kilómetros,  si quieren disfrutar del servicio de hostelería. 

En un rural cada vez más envejecido y disperso, hace unos meses, un grupo de vecinos-comuneros empezó a darle vueltas a la idea de montar su propio bar-local social en la antigua casa del médico, ubicada en el lugar de A Casanova. “O obxectivo dos comuneiros e rehabilitar esta vivenda, que leva moitos anos sen ningún tipo de uso, para facer aquí un local social, bar, unha zona de encontro. Para que os veciños poidan vir a ler o periódico, que se poidan conectar a internet por wifi, conversar”, relata Óscar Pereira Soto, presidente de la Comunidade de Montes en man común de Seixo Val e Val de Iglesia, conformada por unos 60 comuneros de San Lorenzo de Fustán y una parte de Garabelos.

La antigua casa del médico está ubicada -al igual que el centro de salud, el edificio multiusos, el campo de fútbol y la zona de juegos infantil- dentro del comunal que en su día se cedió al concello con una finalidad determinada. “Nós non estamos reivindicando nada dos edificios, nin da titularidade, senón que se nos faga unha cesión en uso, por un tempo determinado, para poder facer neste espazo un local social, cunha zona exterior, que permita aos veciños ter un lugar onde conversar, ler a prensa… Aquí os invernos son moi largos e este sitio, por ubicación, sería idóneo”, señalaba, incidiendo además que el local podría ubicarse en la planta baja y, en la superior, podría vivir la persona que lo regente, ayudando a fijar población.

La propuesta, “calou bastante ben entre os veciños”, recuerda el presidente, que hace más de un mes, y acompañado por un grupo de comuneros, le adelantó los planes a la alcaldesa, algo que ahora materializarán por escrito. “Díxonos que ela tiña pensado montar un bar no multiusos, nun espazo sen apenas luz natural e que pensamos que infrautilizaría ese edificio cando xusto ao lado ten este outro baleiro”, dijo, pendiente de una contestación oficial.

La edificación, que ha sido objeto de varias intervenciones, incluido un taller de empleo de la Xunta, carece de carpinterías exteriores y, en el interior, “está todo por hacer”, subraya Pereira, quien calcula que sería necesaria una inversión de entre 40.000 y 50.000 euros para terminarlo. “O diñeiro non sería un problema, nós correríamos cos gastos e ao Concello non lle ía custar un euro”, dijo el presidente, asegurando que la comunidad cuenta con liquidez -y madera del comunal- suficiente para acometer la obra.

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