Conocer, prevenir y actuar son las pautas para convivir con la diabetes, una enfermedad que afecta a 14.000 vecinos en la provincia y que tiene en la población envejecida un mayor porcentaje de incidencia.
Con el objetivo de conocer las técnicas y pautas para mejorar los cuidados y la atención de las personas mayores y dependientes, la dirección y docencia del Obradoiro de Emprego Terra de Benestar II, promovido por la Mancomunidade Terra de Celanova y financiado por la Xunta de Galicia, planificaba la pasada semana una actividad formativa con la Asociación Diabética Auria. “O que nós pretendemos é que o alumnado saia o máis formado posible para a atención sociosanitaria a personas dependentes e, neste caso, os docentes consideraron de interese contar con Auria para falar de diabetes”, trasladaban desde la dirección, apuntando que no será la única que lleven a cabo durante el “obradoiro”.
La elección, comentaba una de las docentes, no fue casualidad. La asociación ourensana es una referencia a nivel gallego y su enfermera formadora, “unha profesional excepcional e cunha capacidade de transmitir os seus coñecementos e de facer vivir ao alumnado a súa propia experiencia”, comentaban tras la formación impartida en el auditorio de Outomuro (Cartelle), cuyo escenario fue tomado por las plumas, las bombas de insulina y demás dispositivos que hacen más sencilla la vida de estos pacientes.
Alumnas consultadas calificaban de “moi interesante, gratificante e moi dinámica” la charla impartida por los integrantes de la asociación que, no solo les mostraron los diferentes modos de controlar el azúcar, sino que ahondaron en la importancia de una buena alimentación y el cuidado de “ojos, pies y boca que, para un paciente con diabetes, es clave”, subrayaba la trabajadora social de la asociación, Ester Dorribo.
La Asociación Diabética Auria, constituida en 2002 para prestar asesoramiento y ayuda a todas las personas con diabetes, a sus familiares e instituciones en Ourense, desarrolla una intensa actividad de apoyo y formación tanto en la ciudad, como en la provincia. “Nós imos onde nos chaman: asociacións de veciños, pero tamén colaboramos con Cruz Vermella, Cáritas…”, trasladaba Dorribo, quien cifraba en unos 240 los socios del colectivo, para quienes desarrollan un completo programa de actividades y un seguimiento individualizado.
Además, no hace mucho ponían en marcha un local en Xinzo para hacer seguimientos y asesorar a la población tras detectar un número elevado de diabéticos. “As carpas (campañas que desarrollan en diferentes puntos) son a forma de entrar na sociedade e de onde sempre sacamos cousas”, reconocía Dorribo.
