contaminación

Ramirás tiene que cerrar el grifo

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photo_camera El agua del servicio municipal de abastecimiento solo se puede utilizar para lavar la vajilla (X.FARIÑAS)

La presencia de arsénico en el agua es el tema de conversación de los vecinos de Ramirás. Cuatro parroquias -Vilameá, Paizás, Freás y Mosteiro- tienen prohibido desde el lunes usar el agua del servicio municipal para fines alimentarios.

La aparición de arsénico en el agua del servicio municipal de abastecimiento de Ramirás trae de cabeza a los vecinos del municipio de Terra de Celanova que, si bien no se han visto especialmente afectados por la prohibición de beber el agua procedente del río Tuño dada a la existencia de numerosos de pozos privados, sí están preocupados por las consecuencias que pueda tener en la salud la presencia de este elemento químico en el agua, y molestos por la escasa información ofrecida desde el Concello. "Non sei nin o que é, faltou información", criticaban varias de las personas entrevistadas ayer en la carretera que atraviesa O Picouto, uno de los pueblos que desde el lunes tiene prohibido utilizar el agua del servicio municipal para uso alimenticio.

Lo que inicialmente el alcalde, Juan Carlos Rodríguez Matías, había calificado como "unha turbidez" en el agua, ha acabado siendo una contaminación por arsénico, una de las diez sustancias químicas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera más preocupantes para la salud pública. Es altamente desaconsejable su ingesta directa, pero también el consumo de cultivos regados con agua contaminada y los alimentos preparados con ella.

En el primer análisis efectuado en Ramirás, la presencia de este elemento natural de la corteza terrestre alcanzó los 17 microgramos por litro (el límite recomendado por la OMS es de 10 μg/l). Cifra que, en el contraanálisis, cuyos resultados se hicieron públicos ayer, disminuyó hasta los 12 μg/l. "O nivel baixou, pero seguiremos traballando para dar coa orixe do problema", dijo el regidor. "Este señor -por Rodríguez Matías- es un ignorante del tema y un irresponsable que ha incumplido la legislación vigente porque colocar un bando en cada pueblo no es informar correctamente a los vecinos y porque aún hoy no ha facilitado agua potable a los usuarios", afirmaba la socialista Isabel Gil, médico de profesión, que se mostró realmente preocupada ante lo que considera "un problema grave" de salud cuya exposición prolongada puede causar lesiones cutáneas o cáncer de piel. Por todo ello, ha pedido al Concello y la Diputación copia de las analíticas realizadas en el último año "pues el arsénico no aparece así como así", dijo.

Desde el BNG, el portavoz Marcos Meléndez valora positivamente la disminución de la presencia de arsénico en el agua detectada en los análisis, si bien cuestionó la "falta ou escasa" información remitida a los vecinos desde el grupo de gobierno. "Tiñan que informar á xente doutra maneira. Estamos a falar duns 200 usuarios, non son tantos, e o bando era escueto. Agora hai que solventar o tema, ver de onde vén o foco e solucionalo", dijo Meléndez, si bien matizó "informar si, pero alarmar non" en alusión a los socialistas.

Fuentes o pozos privados

En el día a día, los vecinos consultados aseguraban no tener mayores problemas por la restricción en el consumo de agua. "Nosotros tenemos un pozo privado, así que no hemos tenido mayores contratiempos", comentaba Julián Rodríguez, recién llegado de Barcelona. En casa de Concha Alén tampoco. "Nós temos pozo, aínda que na casa todos beben dende sempre auga embotellada. Eu non, eu prefiro a da fonte". Lamentablemente, al menos en O Picouto donde reside, estos días los vecinos no pueden ni echar mano de ellas. Ayer, la fuente ubicada junto a la carretera estaba seca y, en la capilla, apenas caía un ligero hilo de agua. 

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