Los instaladores de gas han encontrado en la provincia un campo abonado para hacer su agosto sin que las autoridades tomen medidas. Sus revisiones en domicilios de la comarca de Monterrei dejaron 12 denuncias durante el año pasado, la mayoría de ellas en la Oficina del Consumidor (Omic), aunque también hubo afectados, tres en total, que denunciaron directamente ante la Guardia Civil al considerar que habían sido estafados.
Este tipo de negocio parece estar en auge en Ourense y atrae incluso a técnicos de empresas situadas a más de 500 kilómetros, caso de los de Gestión Integral del Gas S.L., ubicada en Mérida (Badajoz), protagonista el pasado 27 de febrero de una polémica revisión en el domicilio de un matrimonio verinense, de 96 y 86 años, a los que cobraron 212,11 euros por un trabajo que apenas duró 10 minutos. Según explicó la hija de los propios afectados (el hombre está casi ciego y sordo y la mujer carece de movilidad), se negaron a realizar la revisión, alegando que no era necesaria, pero los técnicos le advirtieron que tenían que hacerla 'de todas las maneras. Uno comenzó a preparar la factura mientras el otro inspeccionaba la cocina', aseguró la hija.
RECLAMACIÓN
La factura fue de 212,11 euros y la hija del matrimonio manifestó su intención de denunciar y reclamar el dinero por la vía judicial. Desde la citada empresa aseguran que tienen todos los papeles en regla por parte del Ministerio de Industria para realizar las revisiones e instalaciones de gas. Su abogada, Encarna Martín, explicó a este periódico que Gestión Integral del Gas tiene una 'delegación itinerante' en Galicia y que realiza su trabajo bien a petición de los clientes o utilizando la técnica que definió como 'puerta fría' (ofrecer sus servicios sin solicitud previa en los domicilios), caso del matrimonio de Verín. Encarna Martín recalca que la empresa tiene acuerdos de mantenimiento con las gasísticas que operan en Galicia.
En la distribuidora autorizada de Repsol para Monterrei y Viana declinaron pronunciarse sobre el problema, alegando que sus usuarios están alertados y, a la hora de hacer una revisión, siempre se les comunica con días de antelación. Eso sí, en la distribuidora autorizada de gas parecen estar ya hartos de recibir quejas y elevarlas a las distintas administraciones sin que se resuelva el problema. Los técnicos, tras llamar a la puerta, se identifican como revisores de gas y utilizan todas las artimañas, no para realizar un trabajo, sino para convencer a los vecinos de la necesidad de realizar operaciones de mantenimiento y -según explicaron en Repsol, los operarios van provistos de toda la documentación- pedir que les abonen y firmen la factura, también les dan a firmar otro papel, que no es más que una solicitud del dueño de la vivienda consintiendo la revisión.
La Guardia Civil lo considera un timo y el pasado 18 de febrero alertaba en internet a la población, para que no abriera la puerta a ningún técnico de gas sin antes llamar a la empresa autorizada.
RECLAMACIÓN
La factura fue de 212,11 euros y la hija del matrimonio manifestó su intención de denunciar y reclamar el dinero por la vía judicial. Desde la citada empresa aseguran que tienen todos los papeles en regla por parte del Ministerio de Industria para realizar las revisiones e instalaciones de gas. Su abogada, Encarna Martín, explicó a este periódico que Gestión Integral del Gas tiene una 'delegación itinerante' en Galicia y que realiza su trabajo bien a petición de los clientes o utilizando la técnica que definió como 'puerta fría' (ofrecer sus servicios sin solicitud previa en los domicilios), caso del matrimonio de Verín. Encarna Martín recalca que la empresa tiene acuerdos de mantenimiento con las gasísticas que operan en Galicia.
En la distribuidora autorizada de Repsol para Monterrei y Viana declinaron pronunciarse sobre el problema, alegando que sus usuarios están alertados y, a la hora de hacer una revisión, siempre se les comunica con días de antelación. Eso sí, en la distribuidora autorizada de gas parecen estar ya hartos de recibir quejas y elevarlas a las distintas administraciones sin que se resuelva el problema. Los técnicos, tras llamar a la puerta, se identifican como revisores de gas y utilizan todas las artimañas, no para realizar un trabajo, sino para convencer a los vecinos de la necesidad de realizar operaciones de mantenimiento y -según explicaron en Repsol, los operarios van provistos de toda la documentación- pedir que les abonen y firmen la factura, también les dan a firmar otro papel, que no es más que una solicitud del dueño de la vivienda consintiendo la revisión.
La Guardia Civil lo considera un timo y el pasado 18 de febrero alertaba en internet a la población, para que no abriera la puerta a ningún técnico de gas sin antes llamar a la empresa autorizada.
