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Transporte y empleo, trabas para el arraigo de retornados

La mesa de trabajo  Celanova c
photo_camera La mesa de trabajo celebrada el pasado mes de junio en Celanova con motivo del estudio de la OIM.

Un estudio de la Organización Internacional para las Migraciones analiza la situación comarcal

Un 25% de los emigrantes retornados de Venezuela que en los dos últimos años se asentaron en Terra de Celanova, acabaron por abandonar la comarca. Así lo asegura Daysi Ramírez, presidenta de la asociación cultural venezolana Canta Claro, principal referente de apoyo y ayuda a los retornados en Terra de Celanova. "Está llegando gente continuamente pero, por la situación económica de la comarca, si no consiguen trabajo rápidamente, están 15 días, un mes o dos y se marchan. Bien a Ourense o fuera, al sur de España, donde se presupone que hay más trabajo", asegura Ramírez.

El colectivo, que nació en 2015 y que cuenta con 450 socios, visibiliza las quejas de los inmigrantes sobre las carencias en el servicio público de transporte -compartidas por la población local- que pierde líneas desde hace años y hace imposible la movilidad dentro de la comarca y mismo con la capital provincial; pero también "la falta de viviendas  en alquiler dignas y económicas", matiza Ramírez, quien insiste en las cualidades que ofrece la comarca para vivir. "Es un lugar tranquilo y seguro para las familias, que son las que están llegando ahora", dice.

Las reivindicaciones de la comunidad venezolana en la comarca, a la cual han llegado algo más de 160 personas en el último año y unas 90 en 2017 según la información facilitada por el colectivo - y que coincide con los datos registrados en los principales concellos de acogida como son Celanova y Ramirás-, son objeto de juicio en el estudio "Situación de la población inmigrante en las zonas rurales españolas y su contribución al desarrollo rural" elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El informe, que evaluó la situación de Terra de Celanova y Allariz-Maceda conjuntamente con otras tres regiones españolas en un intento de valorizar el papel que los inmigrantes pueden jugar a la hora de frenar la despoblación rural, refleja que la prestación de servicios es "clave" para lograr el asentamiento de esta nueva población. En este sentido, y tras analizar el caso celanovés conjuntamente con colectivos y agentes sociales locales, se valora positivamente la concentración de los mismos en la cabecera comarcal, pero se apunta la necesidad de mejorar la conservación de las vías de comunicaciones y el transporte público, así como de regenerar el tejido económico -principalmente agrícola- hacia combinaciones que le otorguen un valor añadido -comercio especializado o turismo de calidad- que genere nuevos puestos de trabajo. 

Otra de las claves que recoge el estudio es que se trabaje en comunidad para facilitar la integración y la convivencia y que se elaboren planes integrales entre las administraciones que aborden estos retos. De hecho, apuntan que "en Galicia, existe el 'II Plan gallego de inclusión social' que no presta atención específica al inmigrante".

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