Una importante representación de la política ourensana estuvo presente ayer en A Merca en el homenaje póstumo que la corporación local quiso realizar al ilustre vecino de San Pedro de A Mezquita Luis González Seara.
Un placa colocada en la casa familiar de Loureiro, en San Pedro de A Mezquita (A Merca), recuerda para la posteridad la huella que dejó en el municipio el político, sociólogo y periodista, Luis González Seara. Varios han sido los homenajes realizados en la capital de España al intelectual ourensano, pero el de ayer fue especial.
Eran sus convecinos, sus familiares, los que se reunían en torno a "La abuela", tal y como bautizaron a la casa familiar, para recordar la figura de un hombre bueno y generoso que, pese a llegar a lo más alto en la política, no olvidó nunca sus raíces y el cariño de los suyos. "Venía siempre que podía y presumía con orgullo que era de A Mezquita", reconocían al unísono varios familiares que siguieron con atención el homenaje que contó con la presencia de representantes de los diferentes partidos políticos.
Coincidiendo con el segundo aniversario de su fallecimiento, el Concello de A Merca presidido por Manuel Velo quiso recordar a "un veciño ilustre, un intelectual libre, un home con criterio propio", que promovió y dignificó la iglesia románica de A Mezquita (Bien de Interés Cultural), en cuyo atrio jugó de pequeño y el cual, en su última visita a la aldea, minuciosamente describió a su hermana Mercedes. "Era un intelectual comprometido, muy irónico y utópico", le recordaba emocionada su viuda, Carmela García Moreno, que estuvo presente en el acto al igual que sus hijos Carlos y María del Carmen, sus nietos, hermanas y demás familiares.
"Anduriña", como le definió su primo Jacinto Seara en un emotivo discurso donde recitó de memoria los versos de "Longa noite de pedra", llegó a ser ministro de Universidades e Investigación con Adolfo Suárez, pero su "pasión" por la libertad le llevó a luchar por ella en otros frentes como la sociología o el periodismo.
El gaiteiro Daniel Castiñeiras fue el encargado de amenizar una velada donde todo eran recuerdos y alabanzas a un "gigante" de este país, tal y como recordaron varios de los presentes, entre los que se encontraba el vicepresidente de la Diputación, Rosendo Luis Fernández, la senadora Carmen Leyte o el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro. Precisamente la máxima autoridad estatal en la provincia reivindicó la "bonhomía" de un hombre con el que "Galicia y España están en deuda".
