La imagen, datada en el comienzo del siglo XX, fue manipulada por una vecina de la localidad

El Ecce Homo destrozado en Borja, en manos de expertos

El Ecce Homo original de Elías García Martínez, poco antes de su 'restauración' y tras la intervención de la vecina.
Un equipo de restauradores profesionales intentará recuperar el Ecce Homo de comienzos del siglo XX pintado por el artista Elías García Martínez en uno de los muros de la iglesia del Santuario de Misericordia de Borja (Zaragoza), que quedó 'totalmente destrozado' después de la intervención de una vecina de la localidad.
El concejal de Cultura de Borja, Juan María Ojeda, explicó ayer que ya se pusieron en contacto con un equipo de restauradores que se trasladará a la localidad la próxima semana para comprobar el estado y las posibles soluciones. Indicó que la persona que llevó a cabo la intervención es una mujer muy mayor, 'con una vida difícil', con un hijo discapacitado de 60 años y que con la mejor intención entró en la iglesia y decidió 'por su cuenta y riesgo' reparar la obra.


'SERÁ MUY DIFÍCIL'

Está previsto que la vecina de la localidad colabore en todo momento con los restauradores para que explique el material utilizado, añadió. A pesar de todo, el concejal dijo que ve 'muy difícil' que se pueda recuperar la pintura, que ya se encontraba 'muy deteriorada' al ser un óleo pintado sobre la pared sin ser tratada previamente. Esta intervención se conoció gracias al Centro de Estudios Borjanos, que en su blog mostró fotografías del antes y después de la pintura, además de 'su profundo pesar' por lo que consideraron 'inclasificable'. 'Ignoramos si este incalificable hecho tiene solución, pero de lo que no cabe la menor duda es que alguien deberá adoptar las medidas precisas para que no se repitan actuaciones como esta que, al margen de sus motivaciones, deben ser contundentemente reprobadas', se insistía desde el centro.

El concejal de Cultura afirmó que la colaboración con la familia del autor de la obra religiosa, que ha reclamado soluciones al deterioro de la obra original, sobre todo con una de las nietas del pintor, que veranea en la localidad de Borja, es 'absoluta'.

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