Los carballiñeses lograron una nueva victoria en Espiñedo mientras Monterrey y Ourense CF no fueron capaces de sumar
Espiñedo sigue siendo talismán. Eso es al menos lo que demuestran los números del Arenteiro desde la llegada del técnico Manel Vázquez. Cinco victorias en los cinco partidos como local, el último con un recital ante el Mondariz al que golearon por 4-1. El técnico verde se mostraba satisfecho del juego desplegado por sus jugadores ante un rival que se adelantó en el marcador en la primera parte.
Aunque no todo son alegrías. Las bajas continúan asolando al equipo verde. La pasada semana, perdían a Marcos Castro, al que una oferta laboral fuera de la provincia le obligó a dejar el equipo, y al delantero Alberto Blanco por lesión. El pasado domingo, el que cayó lesionado ya en la primera parte fue Aitor Martínez, que está pendiente de una revisión médica.
El Ourense C.F. sufrió una nueva derrota ante el Estradense en un partido en el que los ourensanos salieron demasiado apáticos y lo pagaron muy caro. Con 3-0 en contra reaccionaron, pero pese a que acortaron distancias con dos goles a diez minutos para el final acabaron perdiendo los tres puntos. Marcan la cita ante el Caselas el fin de semana como una final.
Por último, el Monterrey sigue con su particular cruzada por despedirse con honor de la categoría. Ante el Céltiga cayeron por la mínima, 0-1 con un cabreo monumental del técnico Vila, que consideró que le escamotearon dos penaltis y le anularon un gol legal. El técnico terminó expulsado por el colegiado, que vio las cosas de distinta manera que el técnico.
