El Arnoia apura hasta el 96 en el derbi contra el Antela (0-1)

Pablo Roca disputa la pelota con Guede, ayer en el campo de A Moreira de Xinzo. ÓSCAR PINAL
photo_camera Pablo Roca disputa la pelota con Guede, ayer en el campo de A Moreira de Xinzo. ÓSCAR PINAL
Un gol de Mario Fariña en el sexto minuto de prolongación acaba con el Antela en un derbi en Xinzo marcado por la falta de continuidad en el fútbol de ambos conjuntos

Hasta muy el final apuró el Arnoia en Xinzo, hasta el sexto minuto de los nueve de prolongación que dio el árbitro, que a la larga fueron diez. Al segundo intento acertó con la portería Mario Fariña, que dos minutos antes había mandado un pelotazo muy similar que se perdió cerca del poste. Bajón notable en el Antela, el empate dejaba las cosas como estaban antes del partido pero con uno menos, ahora los blanquinegros se ven metidos de lleno en una pelea de la que pensaban no iban a formar hace tiempo.

No fue desde luego un derbi marcado por el preciosismo, fútbol hubo muy poco. Más bien lo contrario, le faltó continuidad, con la pelota más tiempo fuera del campo que dentro era imposible encontrar un hilo del que tirar. Y eso que arrancó a todo trapo, al segundo minuto ya había devuelto el poste el cabezazo de Josu después de una falta botada desde la izquierda por Alfredo. La respuesta del Antela fue fulgurante y doble, la perfecta conducción de Cole la afeó Joni con un mal remate y tres minutos más tarde, en el nueve, una pérdida en campo rival del Arnoia provocó una contra que ahora sí condujo bien Joni y que Cole culminó con un pelotazo que se perdió muy cerca del poste. Vértigo y remate, guión perfecto pues, solo que no duró mucho. Más bien poco, de repente todo se detuvo, nada pasaba en el campo de juego.

Juego en largo, ésa fue la apuesta con la que quiso ganar el partido el Arnoia, a todas luces insuficiente. Los pelotazos del guardameta acabaron en las manos del otro portero la mayor parte de las veces. No existió el centro del campo y solo cuando Alfredo entró en contacto con la pelota mejoraron las cosas. Enfrente, el Antela parece lejos de su mejor versión, propone y propone pero sin la lucidez y la precisión que le hizo ganar muchos partidos.

Poco, más bien nada, cambió en la segunda parte, que arrancó con una buena llegada hasta la línea de fondo de Poli Romero y un centro que no encontró rematador. En partidos tan cerrados, el balón parado resulta ser la mejor de las armas. En la pierna izquierda de Alfredo estuvo el gol para los visitantes. La falta que golpeó acabó rechazada por el larguero. Se jugaba el tercer minuto.

Tic tac, se acercaba el final y quién más y quién menos empezaba a echar cuentas. Noelia Aparicio, la que ejerce de entrenadora en el banquillo del Arnoia, era expulsada por reclamarle al árbitro que dejara entrar en el campo a Presas, atendido poco antes. Sin guía caminaban los arnoianos, a los que solamente Alfredo mantenía en pie, cada pelota que pasaba por sus pies mejoraba la jugada. Pero no era suficiente, en parte porque Rubén Arce, el otro futbolista determinante sobre el campo, apenas aparecía. Y cuando lo hacía era para salir volteado. La última intentona del Antela llegó de la mano de Joni, un tirito inocente se le complicó al portero, que casi se mete dentro el balón. 

Los cambios y varias detenciones del juego para atender a futbolistas lesionados dieron pie al árbitro a marcarse una prolongación generosa, de nueve minutos, diez al final. En el 77 había entrado en el campo Fariña, que en el poco tiempo sobre el campo tuvo suficiente para buscar dos veces la red local. La encontró a la segunda, después que cuando buscaba la pelota ésta golpease en el árbitro. No parecía que fuese a llegar, pero el juego se reanudó a favor del Arnoia. Ahora sí, Suso no pudo evitarlo. 0-1, en el 96, queda mucha danza todavía.

Te puede interesar