ASUNTOS SOCIALES

Francisco Álvarez: “A supresión do Comedor sobre Rodas a min matoume”

Rosa Cudeiro y Francisco Álvarez, matrimonio afectado por el cierre del servicio.
photo_camera Rosa Cudeiro y Francisco Álvarez, matrimonio afectado por el cierre del servicio.
Afectados por el cierre del servicio del Concello de Ourense lamentan la pérdida de autonomía tras un mes del cierre y sin alternativas 

Ha pasado un mes desde que el Comedor sobre Rodas cumpliese con su último reparto de menús, y cesara su actividad al ser incapaz el Concello de Ourense de mantener esta prestación. Sus últimos 58 usuarios hablaban de un servicio que les permitía mantener cierta autonomía, dada la condición de dependientes de muchos. Es el caso del matrimonio que forman Rosa Cudeiro (78 años) y Francisco Álvarez (80), los dos como dependientes. Rememorando el tramo final de marzo,  cuando el alcalde Jácome fue incapaz de mantener el servicio y se anunció el cierre, Francisco recuerda que “recibín unha carta onde me comunican uns días antes sen previo aviso que cesaba o servizo. Ían a parar durante un mes ou dous, pero non sei nada máis ca iso”. El matrimonio solicitó el Comedor sobre Rodas después de que a Rosa le diagnosticaran alzhéimer. Los menús permitían que Francisco estuviera más pendiente de ella. “A supresión do servizo matoume, púxome na UVI, a comida teño que facela eu porque os meus fillos teñen o seu traballo e a súa familia”, explica. “Estou só con ela na casa, e nos atopamos nunha situación límite”, concluye.

Durante el último mes, Francisco ha compaginado la elaboración de menús con comidas y cenas fuera, reconociendo sentirse “nunha situación límite. Para min eses menús significaban moito. Estaba moi contento coa comida e o persoal. Dáballe un 9 á xente e un 7 á comida. Viñan sempre, de luns a domingo. Agora teño que saír e levar a miña muller conmigo, porque non pode quedar soa. Este mes botei moito en falta o servizo” señala.

Una situación semejante pasó en casa de Generosa, cuyos hijos rotan para acompañarla y prepararle las comidas. Uno de ellos, Manuel, rememoraba que “hemos sorteado este mes como hemos podido, turnándonos los hijos y buscando ayuda. Contactamos con Aixiña, pero nos comentaron hace una semana que estaban saturados y tampoco encuentro ninguna empresa que pueda prestar un servicio parecido en Ourense”, dice. 

Raciones congeladas

Otro de los afectados es Eugenio, de 80 años, que pasó de recibir los menús a diario en su casa a que sean su hija y su yerno, Marcos, quienes le lleven la comida. Marcos comentaba que intentan llevar todos una vida normal, pero “agora depende de nós para comer. Varios días cociñamos aquí (su casa) e levámoslle unha ración, ou ben preparamos comida para varios días, conxélase e vaina quentando”, relata. Más que la pérdida de menús, lo que más extraña Eugenio, según su familia, es la conversación con los repartidores. “Os tres minutos que falaban, dentro do tempo do repartidor, comentaban as noticias. Agora vive só, dentro do que cabe, e bota en falta o contacto. Non lle gusta depender da súa filla e do seu xenro para comer”, reconoce.

Silencio administrativo

Las tres familias siguen esperando a que se les notifique si en algún momento se va a restaurar el servivio, como se votó en el pleno de abril, o si la Xunta de Galicia llegará con Xantar na Casa, pero desde el momento en el que finalizaron las rutas del Comedor sobre Rodas nadie ha vuelto a comunicarse con ellas desde las administraciones. “Se é un problema económico que o resolvan”, dice Francisco Álvarez sobre el particular: “Espero que o servizo volva, pechalo de golpe e porrazo, sen avisarte con tempo a min trastocoume todo”. Manuel, hijo de Generosa,lo intentó a través de Servicios Sociales, pero “la asistenta no me supo orientar, siguen diciendo que en torno a dos meses, pero creo que dan esa cifra como otra cualquiera”. Marcos, yerno de Eugenio, sigue esperando: “Non tivemos tempo tampouco nós para ir preguntando, pero notificación por inciativa deles non tivemos ningunha”, asegura.

La Xunta de Galicia sigue esperando la firma del convenio con el Concello

Durante los días previos al cierre del servicio, una de las fricciones que se levantaron entre la Xunta de Galicia y el Concello de Ourense fue la presunción del consistorio de que la administración autonómica entrase inmediatamente a sustituir el Comedor sobre Rodas con Xantar na Casa, su programa que lleva menús a las personas con cierto grado de dependencia.

Ya en aquel momento, la Consellería de Política Social advertía que no les sería posible comenzar los repartos en Ourense hasta que se firmara un convenio entre ambas partes. A finales de abril, la Xunta de Galicia confirma que este convenio sigue sin firmarse.

Esto va a suponer una nueva acumulación de retrasos, puesto que la firma del documento no significa empezar a actuar, sino que los técnicos de la consellería estudien el número de participantes, sus necesidades y las rutas óptimas para que sus equipos realicen los repartos. Algo que puede llevar entre dos y tres meses poner en marcha.

La oposición municipal ya ha realizado un intento de que se recupere el servicio con gestión propia, a través de una moción en el pleno del pasado 5 de abril. Moción que salió adelante con el voto en contra de Democracia Ourensana, pero que nadie espera que se aplique al no ser las iniciativas de obligado cumplimiento.

Este mes de abril también ha visto cómo Ana Fernández, edil de Asuntos Sociales, era cesada  y sustituida por Tamara Silva. Será ella quien tenga que firmar el convenio con la Xunta.

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