Los ourensanos realizaron una gran segunda parte y superaron al Kaleido Vigo liderados por Jason Harvey
Delante de los suyos, el Campus muestra su mejor cara. Volvió a ocurrir. En este caso, en un partido de los que gusta jugar especialmente: el derbi gallego ante el Kaleido Vigo. Los ourensanos fueron de menos a más y lograron un triunfo solvente por 54-30, comandados por el neozelandés Jason Harvey, que emergió cuando más lo necesitaban los suyos.
También destacó el debut de la última incorporación del Campus, el talonador Cameron Moorby, que dejó buenas sensaciones sobre el sintético.
Los locales comenzaron con ganas, pero se encontraron a un rival con calidad (y poco fondo de armario) que dominó un tramo de la primera parte. Pero en la recta final del acto inicial y después del descanso, el ataque ourensano funcionó a la perfección para ampliar la diferencia. Al Vigo le costaba anotar ante un defensa con ganas de demostrar un mejor nivel, y el triunfo no corrió peligro para los de David Monreal, que continúan intratables como locales. Ahora, tras la semana de descanso, les tocará aprobar una asignatura pendiente: rendir igual a domicilio.
