El Celanova, imparable

Yago Sanginés intenta controlar el balón ante la presión del ribadaviense Piolín.
photo_camera Yago Sanginés intenta controlar el balón ante la presión del ribadaviense Piolín.
Cuarta victoria seguida del equipo de Ángel Mociño que sigue en los puestos de play off luego de vencer al Ribadavia 

El Celanova suma y sigue manteniendo su inalterable racha de victorias tras llevarse otros tres puntos del feudo de un Ribadavia, que está muy cerca de la zona más caliente de la clasificación.

Cuando un equipo como el de Ángel Mociño vive un presente muy dulce, todo le sale rodado. Prueba de eso el ponerse muy pronto por delante en el marcador. La fórmula de las acciones a balón parado volvió a dar sus frutos. De un córner cerrado de Isi que mandó otra vez el portero a saque de esquina, Miguel Mociño, libre de marcas, remató el nuevo lanzamiento por parte de Yago Sanginés. Era el 0-1. 

Los planes que tenía diseñado el entrenador Luis “Choco” Silva se fueron al garete y mucho más ante un rival que controla bien los distintos sectores del campo. La apuesta del debutante Lucas Pérez fue bien controlada por la zaga central, especialmente por Miguel Mociño, su sombra hasta que sería reemplazado en el segundo tiempo. Hubo una ligera respuesta por parte local con un remate de Piolín que se marchó alto.

En la siguiente acción pudo marcar Yago Sanginés, que recibió un balón largo de Manu y tras ganarle el pulso a su marcador y viendo a mitad de camino a Hugo, ensayó una vaselina que se perdió pegada al poste derecho.

El Ribadavia buscó penetrar por el medio y Bruno puso a prueba con su disparo la seguridad de Dani Suizo que no pasó por grandes apuros.

El Celanova lo intentó por las bandas, especialmente por la de Mauro, que se marchó por enésima vez, llegó al fondo y su centro lo controla Íker Baltar para que Unai termine de empujarla y colocar el 0-2. Duro mazazo para los locales, a los que intentar la remontada suponía un desgaste mayor, acompañado de ese acierto que sí tuvieron los celanovenses.

Antes de caer el telón del primer acto, pudo recortar diferencias Marcos Moure, pero su cabezazo que tenía destino de gol, se fue pegadito el palo derecho tras rozar en un defensor.

El entrenador ribadaviense cambió el dibujo, mandó a Borja de central e introdujo a José por Kun, para darle más fluidez de balón en la zona de gestación. Sin embargo, el Celanova, fiel a su 4-3-3, estuvo realmente muy cerca de alcanzar la tercera conquista. Jugada personal de Javi Gallego desperdigando rivales por el camino filtrando un gran pase para Diego Rivera que, sin pensárselo dos veces, sacó un disparo a media altura que logró despejar Hugo en una gran estirada mandando el balón al córner.

A partir de entonces el encuentro tuvo pasajes monótonos, como si todo estaba resuelto, aunque más allá de las ganas del Ribadavia, su oponente tenía muy bien controlada la situación, cerrándole los caminos y apostando al contragolpe para sentenciar de una vez la situación.

En el tramo final, el Celanova gozó de un par de oportunidades. Primero en una acción combinada en la que termina centrando Íker Baltar y que finaliza Pulpi con un tiro que se pierde lejos de los dominios de Hugo. Más tarde un centro raso de Pulpi lo recibió entrando desde atrás Unai, pero su remate se fue muy alto.

Los anfitriones siguieron peleando contra los molinos de viento, pero se dieron cuenta de que por delante tenían un rival que tiene todo mucho más cocinado.

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