El estadio de O Couto fue una gran fiesta ayer por la tarde. La ciclogénesis se produjo en la grada, con la explosión de júbilo de los aficionados locales con el gol de Borja Valle en el minuto 75 que supuso para el Ourense una victoria de vital importancia de cara a afianzar la consecución del objetivo de la permanencia.
El desapacible clima en la ciudad no impidió que algo más de 2.000 espectadores presenciaran el retorno a la victoria del equipo entrenado por Luisito.
No fue un partido demasiado vistoso pero los 'siareiros' agradecieron el enorme esfuerzo de los jugadores locales sobre un terreno de juego que cada vez se parece más a un recinto de entrenamiento militar -y eso que ya tiene estado peor-. Esfuerzo en el terreno de juego, tensión en el campo, nervios en la grada y gran fiesta final.
No fue un partido demasiado vistoso pero los 'siareiros' agradecieron el enorme esfuerzo de los jugadores locales sobre un terreno de juego que cada vez se parece más a un recinto de entrenamiento militar -y eso que ya tiene estado peor-. Esfuerzo en el terreno de juego, tensión en el campo, nervios en la grada y gran fiesta final.