PIRAGÜISMO

Cita con los Juegos Olímpicos

Dibujo
photo_camera Campo Pavón (delante) y Millán (detrás) entrenado en Castrelo de Miño hace unas semanas.

El palista ourensano Gabriel Campo Pavón peleará desde mañana en Duisburgo (Alemania) por una plaza en Río de Janeiro en el K-2 1.000 metros

Gabriel Campo Pavón (Ourense, 10 de abril de 1992) aspira a convertirse el jueves en el primer deportista masculino ourensano que consigue plaza para unos Juegos Olímpicos. Lo intentará junto a su compañero Rubén Millán en el K-2 1.000 metros.

"Ha llegado el momento, ni más ni menos. Llevamos todo el año pensando en esto y vamos a luchar con todas nuestras fuerzas", asegura el palista ourensano ya desde la ciudad alemana de Duisburgo, donde se disputa el preolímpico.

"Vamos a ir a tomar contacto con el agua. La previsión es de viento favorable y de una temperatura del agua muy favorable para que sean carreras muy rápidas", decía Campo Pavón ayer por la tarde en el hotel.

En el selectivo disputado en Asturias hace unas semanas Campo y Millán hicieron un tiempo de 3:14 y la plaza olímpica la pronostican en  tres segundos menos. De todas formas son optimistas.

"El año pasado ya hicimos 3:10 y la verdad es que tenemos muy buenas sensaciones. Creo que llegamos muy bien", comenta.

Solo una plaza

La cita de Alemania es la última que lleva a Río de Janeiro y la exigencia es máxima. En Duisburgo participan 18 países y solo uno conseguirá plaza olímpica.

"Aquí están parejas muy buenas. Hungría trae un barco muy potente y también está la República Checa o Rusia", pronostica el ourensano aunque quizá el rival a batir sea Italia que "ya fue el país que quedó justo por delante nuestra el año pasado".

La competición empezará mañana a las una y media de la tarde. Ahí la pareja española tendrá ocho rivales y los tres primeros clasificados acudirán directamente a la final del jueves.

Las embarcaciones que queden del puesto tercero al sexto se meterían en las semifinales, que se disputará también mañana a las cuatro media de la tarde. Ahí, pasarían a la final los tres primeros.

Campo Pavón y Millán saben que están en el grupo de favoritos pero también son conscientes de lo complicado que será lograr el objetivo.

"No hay secretos. Hemos entrenado muy duro para llegar a este punto y lo único que tenemos que hacer es dar el 100 por cien y no fallar", resume Millán.

El año pasado enterraron en una mala salida la opción de conseguir el billete directo para Río de Janeiro. Desde entonces todo su trabajo ha estado focalizado en la cita de mañana: "Vamos a por ello. Tenemos la oportunidad de conseguir nuestro sueño".
Muchas horas de trabajo en el río Miño tanto en Tui como en Castrelo de Miño y en Laias. Ourense estará pendiente de un deportista que puede hacer historia y que, de conseguirlo, buena parte del mérito habrá sido gracias al trabajo que ha hecho en su tierra.

"Ha llegado el momento", repite Gabriel Campo Pavón. 2.000 metros lo separan de su sueño de ser olímpico.

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