Más de 20.000 cañas se daban cita en los ríos de la provincia este Domingo de Ramos en que acompañó el buen tiempo, anque no tanto las capturas, que se mostraron remisas en la práctica totalidad de los cotos de Ourense, empezando por el río Miño a su paso por la ciudad.
Según datos recabados por el delegado de la Federación de Pesca en Ourense, Ramón Acebes, en el río Miño a su paso por Ourense, a primerísima hora se cogió alguna trucha, pero el resto del día se mostró huérfano en capturas.
Según datos recabados por el delegado de la Federación de Pesca en Ourense, Ramón Acebes, en el río Miño a su paso por Ourense, a primerísima hora se cogió alguna trucha, pero el resto del día se mostró huérfano en capturas.
Poco cambia la cosa en el resto de los cotos. En el Avia la cosa se dio mal, el río no se movió y venía muy bajo de caudal, con lo que las posibilidades fueron disminuyendo a medida que se desarrollaba la jornada.
Ya se sabe que no hay dos sin tres. En el río Mao, caudal muy bajo y cero capturas.
Excepción, el Arenteiro
El Arenteiro, río que siempre suele salvar la jornada, se portó, dentro de las posibilidades. En el coto del Arenteiro se consiguieron capturas en la parte baja, mientras que en la alta prácticamente no se encontraron truchas. Y la guinda la puso el Limia, que es el río que más truchas ha dado en la jornada, aunque ni siquiera en éste se llegó a cubrir el cupo.
Esto acaba de empezar, pero los expertos ya apuntan que las condiciones climatológicas, que han marcado la situación de los ríos a día de hoy, no cambiarán en exceso, con lo que la principal premisa para la presente temporada es tener paciencia, que las capturas llegarán, en cuanto las truchas, eso sí, pierdan su actual timidez. Hasta el 15 de agosto, la temporada es larga y ofrecerá oportunidades.
Ya se sabe que no hay dos sin tres. En el río Mao, caudal muy bajo y cero capturas.
Excepción, el Arenteiro
El Arenteiro, río que siempre suele salvar la jornada, se portó, dentro de las posibilidades. En el coto del Arenteiro se consiguieron capturas en la parte baja, mientras que en la alta prácticamente no se encontraron truchas. Y la guinda la puso el Limia, que es el río que más truchas ha dado en la jornada, aunque ni siquiera en éste se llegó a cubrir el cupo.
Esto acaba de empezar, pero los expertos ya apuntan que las condiciones climatológicas, que han marcado la situación de los ríos a día de hoy, no cambiarán en exceso, con lo que la principal premisa para la presente temporada es tener paciencia, que las capturas llegarán, en cuanto las truchas, eso sí, pierdan su actual timidez. Hasta el 15 de agosto, la temporada es larga y ofrecerá oportunidades.
