Un domingo para perder la olla en el fútbol ourensano

El Entroido hizo acto de presencia en el campo de A Moreira en pleno Domingo Oleiro. 
FOTOS: ÓSCAR PINAL, MIGUEL ÁNGEL Y JOSÉ PAZ
photo_camera El Entroido hizo acto de presencia en el campo de A Moreira en pleno Domingo Oleiro. FOTOS: ÓSCAR PINAL, MIGUEL ÁNGEL Y JOSÉ PAZ
Emoción, victorias clave, derrotas delicadas y alguna remontada eufórica en una tarde de domingo en la que el fútbol se puso caretas de todos los tipos

Incluso en el Oleiro el fútbol es un buen plan. Con sol, evitando las sombras para no quedarse pajarito y con buena ropa de abrigo todos los campos son buenos para calentarse animando cada uno a los suyos.

Desde los partidos de la mañana, como el de Xinzo, hasta los que acabaron ya bien entrada la noche, como el del Vero Boquete. Un domingo apasionante de fútbol y goles que quema otra página más del calendario para llegar a la “traca gorda” del Entroido. A Limia es siempre capital y en A Moreira ya se dejaron ver unos cuantos “ancianos” con bastón, boina y bufanda blanquinegra.

El susto de la jornada se dio en Calabagueiros. Y susto más por lo que aterrizó que por lo que pasó. Un helicóptero utilizó el campo del CD Barco para trasladar a un joven a un centro sanitario. Es habitual que el césped sirva de helipuerto en Valdeorras y, solo faltaría, el fútbol siempre puede esperar. Como dijo el entrenador italiano Arrigo Sacchi:  “El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes”.

Para menos fiestas estaban en O Couto y el Silva sonaba equipo burlón cuando los pitos no son precisamente sinónimo de alegría. Pero, como en el Entroido, la careta de la las dudas se cambió de golpe por la de la ilusión e incluso dio tiempo de ponerse la de la euforia. A la fiesta de Espiñedo le bajó decibelios una Gimnástica de Torrelavega que se disfrazó de ladrillo. Nada original, que se le va a hacer.

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