El Aguas de Sousas COB y el Pazo volvieron a caminar de la manita. Los últimos despropósitos del equipo de Paco García invitaban a un tirón de orejas -con alicates- si los jugadores no demostraban un cambio de actitud e imagen.
Los misterios del deporte. El COB que perdió por 29 puntos en Girona llegó a ganar por 10 al maillot amarillo de la LEB Oro. El equipo es imprevisible. Su afición, no. Ayer se reunió en número superior a los 4.000 espectadores, creando esa atmósfera especial de las grandes ocasiones.
Los operarios del Pazo jugaron durante unos minutos con el público, subiendo y bajando el telón de uno de los fondos del recinto. Se abre el telón, varios aficionados suben a sentarse. Se cierra el telón, todos abajo. Se abre el telón, vuelta arriba. ¿Cómo se titula la película? 'Pasión por el COB'. ¿O 'La Caída del Imperio Zaragozano'?
No. El CAI se sobrepuso al ambiente asfixiante. Serán porque están acostumbrados a jugar ante 12.000 espectadores en el Príncipe Felipe. Quinteros, la metralleta argentina, anotó el último y decisivo tiro libre. No se inmutó ante los decibelios ourensanos. Casi le pareció peor cuando le anunciaron por megafonía como 'Alfredo Paolo', cual galán de telenovela. Cosas de la estadística, que recoge fielmente los nombres completos de cada jugador y se corta en la mayoría de los apellidos.
Reconciliación entre el equipo y la afición, a la que sólo le faltó la victoria para darse un mutuo revolcón. Los jugadores lo podrán hacer mejor o peor, son humanos. El público del Pazo siempre rinde a tope, contra el Vigo o contra el CAI.
Premio, rifas y concurso
En los partidos del COB siempre suceden cosas. Durante la ceremonia de premios del descanso se dió una curiosa coincidencia. Dos niñas, ambas del colegio Maristas, ambas llamadas Adriana y ambas, según parece, de 10 años, se presentaron para recoger su bufanda de regalo. Solución salomónica, una prenda para cada una y tan contentas a casa. Más detalles del club. Ayer colaboró con la Asociación de Sordos de Ourense promocionando la venta de sus rifas. La última novedad consiste en un concurso para renovar el logotipo del COB. Se puede plasmar en las tarjetas que el club distribuirá por los colegios o entregar en otro soporte digital. El premio es de 600 euros. Una hipoteca
Los operarios del Pazo jugaron durante unos minutos con el público, subiendo y bajando el telón de uno de los fondos del recinto. Se abre el telón, varios aficionados suben a sentarse. Se cierra el telón, todos abajo. Se abre el telón, vuelta arriba. ¿Cómo se titula la película? 'Pasión por el COB'. ¿O 'La Caída del Imperio Zaragozano'?
No. El CAI se sobrepuso al ambiente asfixiante. Serán porque están acostumbrados a jugar ante 12.000 espectadores en el Príncipe Felipe. Quinteros, la metralleta argentina, anotó el último y decisivo tiro libre. No se inmutó ante los decibelios ourensanos. Casi le pareció peor cuando le anunciaron por megafonía como 'Alfredo Paolo', cual galán de telenovela. Cosas de la estadística, que recoge fielmente los nombres completos de cada jugador y se corta en la mayoría de los apellidos.
Reconciliación entre el equipo y la afición, a la que sólo le faltó la victoria para darse un mutuo revolcón. Los jugadores lo podrán hacer mejor o peor, son humanos. El público del Pazo siempre rinde a tope, contra el Vigo o contra el CAI.
Premio, rifas y concurso
En los partidos del COB siempre suceden cosas. Durante la ceremonia de premios del descanso se dió una curiosa coincidencia. Dos niñas, ambas del colegio Maristas, ambas llamadas Adriana y ambas, según parece, de 10 años, se presentaron para recoger su bufanda de regalo. Solución salomónica, una prenda para cada una y tan contentas a casa. Más detalles del club. Ayer colaboró con la Asociación de Sordos de Ourense promocionando la venta de sus rifas. La última novedad consiste en un concurso para renovar el logotipo del COB. Se puede plasmar en las tarjetas que el club distribuirá por los colegios o entregar en otro soporte digital. El premio es de 600 euros. Una hipoteca
