Los participantes en la Panda Raid tuvieron que 'pelear' con pistas duras, dunas y lagos secos
La cuarta etapa de la Panda Raid castigó con dureza a los pilotos y a los equipos que todavía siguen en competición. Salida próxima a la localidad de Risani y meta en Mecissi. En total, 300 kilómetros y más de 11 horas de pista duras, dunas interminables y lagos secos.
"Ha sido la etapa más dura de todas las que hemos disputado, con mucha diferencias", resumía Jano Fraga, que hace equipo Jesús Miguel Varela.
Fraga desmenuza la etapa: "Había pistas muy duras y con saltos continuos. El coche golpeaba todo el rato abajo y los mecánicos van a tener trabajo para repararlo". Y añade: "Había que ir muy rápido pero además te encontrabas con dunas que había que subir en primer y en segunda y castigaba mucho al coche. Luego te encontrabas con lagos secos en los que a poco que levantabas el pie te quedabas patinando. Tuvimos que superar un lago de 22 kilómetros".
"Los mecánicos son increíbles"
Una de las claves de la Panda Raid es el trabajo mudo que realizan los mecánicos cada noche para recuperar los coches de cara a la siguiente etapa.
"Es increíble el trabajo que hacen los mecánicos, son la hostia. Los coches llegan realmente destrozados y cada mañana están todos en la línea de salida. Hacen cosas que en España serían impensables en cualquier taller pero que aquí son el pan de cada día pero, lo más importante, es que siempre aciertan y los coches funcionan", explica Jano Fraga.
El otro equipo ourensano en la Panda Raid lo forman Manuel Fernández y Alan Penedo. Se mantienen entre los primeros clasificados pese a que en la última jornada su coche sufrió más que otros debido a las amortiguaciones de serie con las que están participando.
Hoy toca una quinta etapa de nuevo marcada por la alta velocidad de la pistas y las trampas de tierra.
