En su campo o recorriendo kilómetros por las carreteras gallegas, los aficionados siempre están con sus equipos para celebrar triunfos...o ascensos
El protagonismo siempre lo tienen los jugadores. Así debe ser. Pero eso no impide que, de vez en cuando, la mirada se vaya a la grada. Los más felices de la jornada, en O Couto. Otro ascenso más para la UD Ourense con su correspondiente celebración. El salto a Preferente ya es una realidad.
En Segunda Galicia, cambio de mando en el grupo VIII, tras la derrota del que era líder, el Melias, ante el Amoeiro por 1 a 2. Lo aprovechó el Loñoá que venció por la mínima al Ribadavia. La tabla se aprieta mucho en cabeza y el ascenso directo es un caramelo muy apetecible para un grupo de equipos.
En el grupo IX, el Valenzá no pudo aprovechar el tropiezo del Rante y no pasó del 0 a 0 en casa ante el Paderne. Aún así, se mantienen en lo más alto de la clasificación tars una jornada curiosa en la que los tres primeros no fueron capaces de ganar.
Un peldaño más abajo, en Tercera Galicia, tiempo para el trofeo Delegación, con empate entre Razamonde y Sporting Carballiño, y victoria del Parada do Sil ante el Rocas en el grupo A. En el C, cerró la jornada el triunfo del Salamonde por 2 a 1 ante el Barra de Miño. La actividad en el grupo D la puso el Outumuro, que se impuso 2 a 3 ante el Sporting Vilamarín; y el Maceda que goleo por 0 a 6 en su visita a Os Chaos.
En cada uno de los campos, los fieles aficionados se dieron cita para animar (y enfadarse también) a sus equipos. Un ánimo fundamental para alcalzar los objetivos marcados.
