La Federación Gallega firmó un convenio con Adeslas, compañía que no tiene acuerdo con los centros médicos provinciales
Los futbolistas ourensanos mayores de 16 años no tendrán garantizada la cobertura hospitalaria en caso de lesión. El motivo es muy sencillo. La Federación Gallega de Fútbol (FGF) firmó un convenio para que la póliza de la mutualidad general deportiva, la que cada deportista federado tiene la obligación de pagar para disponer de la licencia federativa, tenga exclusividad con la compañía Adeslas. El problema es que Adeslas no tiene firmado ningún acuerdo con los centros hospitalarios de la provincia. Ese acuerdo tampoco existe con los centros médicos de las provincias de A Coruña y Lugo (sí con los de Pontevedra), y por ello se estima que en la comunidad más de 20.000 futbolistas federados mayores de 16 años (los menores de esa edad tienen cobertura mediante el seguro médico del Programa XOGADE) han comenzado o están a punto de comenzar sus respectivas competiciones oficiales sin cobertura hospitalaria. Sí estaría contemplada la urgencia inicial,pero en ningún caso la cobertura asistencial hospitalaria.
La firma del convenio entre la Federación Gallega de Fútbol y Adeslas se desarrolló hace un par de meses, y desde aquel momento, teniendo en cuenta el problema que se avecinaba, se hicieron movimientos que hasta el momento no dieron frutos. Por ejemplo, la compañía Mapfre puso sobre la mesa de la FGF una oferta con unas condiciones similares a las que proponía Adeslas, pero el ente federativo no la aceptó.
De esta manera, todos los futbolistas que sean mayores de 16 años no tendrían garantizada la cobertura hospitalaria a pesar de que han pagado con su licencia federativa la correspondiente mutualidad.
El convenio entre la FGF y Adeslas anteriormente citado lleva en vigor un par de meses por lo que el problema asistencial se produce desde aquel momento. Es decir, todas las atenciones que se han desarrollado a partir del 1 de julio en centros hospitalarios privados se han producido exclusivamente por la buena voluntad del personal de los mismos aunque se desconoce quién pagará las facturas surgidas.
