El equipo español dominó al Rubin Kazan en la ida de octavos de final de la Liga Europa pero no pasó del empate

El Levante no tuvo premio

Ballesteros disputa un balón con el delantero Rondón. (Foto: M. BRUQUE)
El Levante mereció más que el empate sin goles con el que se resolvió su partido de ida de los octavos de final de la Liga Europa ante el Rubin Kazan tras un partido que dominio de principio a fin ante un rival indolente que sólo dio sensación de peligro en los cinco últimos minutos.
El Levante pronto se hizo con el control del balón. A los tres minutos el equipo valenciano ya había estrellado la pelota en el larguero en un cabezazo de Ballesteros tras un saque de esquina de Barkero.

Al Rubin Kazan le costó ubicarse ante un rival que acechaba su área y que volvió a gozar de una buena oportunidad a los siete minutos, cuando un pase de la muerte de Rubén no encontró rematador tras una buena jugada de Barkero.

Rondón tuvo la mejor ocasión rusa en una acción en la que un buen pase de Eremenko llegó al internacional venezolano, quien tras superar a Ballesteros se quedó con poco ángulo y su disparo lo atajó Navas (minuto 35).

El partido llegó al descanso con el Levante como dominador del juego pero sin hacer efectiva en los metros finales su mayor posesión de balón frente al entramado defensivo ruso.

El partido se reanudó con un guión parecido, con otro remate de cabeza de Michel que se fue alto tras un nuevo centro del omnipresente Barkero, que lideraba a un Levante volcado.


DOS EXPULSIONES

Sin embargo, el encuentro se revolucionó con una expulsión en cada bando separadas tan sólo por dos minutos. Primero se fue a la calle el argentino Cristian Ansualdi al ver su segunda cartulina amarilla en el minuto 52, pero acto seguido Michel vio la tarjeta roja directa por una fuerte entrada a Karadeniz.

A pesar de este convulso inicio del segundo tiempo el Levante siguió al suyo, incluso con más ahínco, de la mano de un incombustible Barkero. Un centro muy cerrado suyo obligó a Ryzhikov a sacar una mano salvadora para su equipo y tres minutos después remató con mucho peligro desde fuera del área.

El equipo local tocaba el balón en el centro del campo ante un rival que acumulaba jugadores frente a su área para dificultar la movilidad del balón de los españoles y sobretodo tratar de alejar al máximo el peligro de la meta de Ryzhikov, que se volvió a emplear a fondo ante un lanzamiento del nigeriano Martins desde dentro del área.

A pesar del incontestable dominio local, el Rubin Kazan pudo llevarse la victoria en una reacción final que desembocó en dos clarísimas acciones que se estrellaron contra el marco de la meta local.

Rondón estrelló el balón en el larguero a cinco minutos del final tras un buen pase de Nacho, quien también envió el balón al poste con un chut raso desde fuera del área.

Finalmente, el marcador no se movió del 0-0 inicial a pesar de que por méritos y propuesta de juego el Levante mereció salir del Ciutat de València con un marcador más cómodo pata viajar a Rusia si bien tuvo dos sustos muy al final.

Te puede interesar