Más emoción que buen juego

Derbi es sinónimo de empate y el Arenteiro-Ourense CF fue fiel a la tradición. Empate a un gol y un punto para cada uno.

Había despertado mucha expectación el encuentro y así quedó reflejado en las gradas de Espiñedo, que presentaron la mejor entrada de la temporada, con más de mil aficionados y mucha gente del mundo del fútbol, aprovechando que en la tarde sabatina no había apenas competencia.

Aunque, también para ser fieles a los derbis, el fútbol dejó paso a la intensidad con la que ambos afrontaron el encuentro. En la primera parte, puso más el equipo local, que a los tres minutos tuvo una buena ocasión tras un centro de David Mitoto que remató arriba el extremo Rober. El mismo jugador que volvió a disparar por encima de la portería, pero cuando ya se jugara media hora. 

A los 37 minutos llegó el gol local. Adrián Pol mandó el balón hacia la banda, Padrón dejó pasar con habilidad para David Mitogo que se adentró en el área y superó a Michi con un tiro cruzado.

Adil se fue en camilla

Aunque la alegría del gol para los locales quedó eclipsada cuatro minutos más tarde. El marroquí Adil tuvo que abandonar el campo en camilla tras una entrada de un rival. Fue trasladado en ambulancia al Centro Médico El Carmen donde le diagnosticaron una herida inciso contusa en la rodilla izquierda que preciso de 14 puntos de sutura. Tendrá que estar una semana inmovilizado y andará con muletas. En la noche de ayer ya fue dado de alta.

En la segunda parte, el Ourense CF dio un paso al frente. Y el Arenteiro acusó la baja y empuje del lesionado Adil. Avisó en el minuto 47 Martín Lamelas con un disparo a bocajarro, pero se encontró con la felina intervención de Rui Santos que mandó a saque de esquina. Fue la mejor ocasión visitante antes del gol. Llegó en el minuto 60 al materializar Rober un penalti cometido sobre Iago Beceiro.

Y poco más que contar hasta el final. Lo único, un remate de David Mitogo tras centro de Iago Fernández que se le fue desviado cuando estaba solo y otro de Martín Fuentes que se marchó alto.

Con el paso de los minutos el partido perdió ritmo y ambos equipos tenían claro que cuando no puedes ganar, no debes perder el punto que tienes garantizado en el zurrón. Las continúas faltas y posteriores discusiones fue el denominador común hasta que el colegiado pitó el final. 

Un punto para cada equipo que siguen sumando en zonas distintas de la tabla. Y ambos a pensar ya en la próxima jornada.