“No entiendo mi vida sin el fútbol”

Andrés Fernández Pazos conoce como nadie los secretos del Barbadás, no en vano lleva más de 20 años enrolado en el equipo.

Llegar al campo de Os Carrís y no ver la figura de Andrés es como si te faltara algo. Es el chico para todo aunque donde más se desenvuelve es como utillero o masajista.

Son las paradojas del destino de un chaval que de joven jugó a fútbol sala, hizo atletismo (dicen que era bueno y que tenía una punta de velocidad demoledora, su prueba fetiche eran los 100 metros lisos) o ciclismo, pero se cansó de hacer cientos de kilómetros en solitario, hasta que un buen día le propusieron colaborar con el equipo, y hasta hoy. "Si digo la verdad, empecé casi por casualidad, yo trabajaba de camarero en la Residencia y Marcial Feijóo me dijo si le ayudaba en su equipo, él entrenaba a los infantiles y Manolo Morales a los juveniles, y allá fui. Era el segundo entrenador, utillero, masajista y delegado. Le hablo cuando aún no existía el campo de Os Carrís, jugábamos en A Chaira que era el campo de Parada.".

Supongo que eran otros tiempos, claro...." Sí, entonces había que hacer de todo, incluso de padre y de educador, pero yo tengo la ventaja que siempre me encantó estar rodeado de chavales, aunque tengo que reconocer que lo de hoy no se parece en nada a aquello, además el club cambió mucho".

Y usted, ¿cómo vivió ese cambio? "Muy bien, siempre que se mejore esta bien, además fue poco a poco, cada año un pasito más hasta llegar a día de hoy, que la verdad no se parece en nada a cuando empezamos".

Entonces quedamos que todo lo que sabe lo aprendió poco a poco, porque empezó de cero, no. "Sí, digamos que fui autodidacta, fui aprendiendo de todos un poco, leyendo muchos libros y sobre todo poniendo muchas ganas, ilusión y mucha voluntad".

En tantos años, ¿cuales son sus mejores recuerdos?. "Sin duda dos. El ascenso a Tercera fue uno de los momentos más felices de mi vida, era algo que se tenía que lograr, y la Copa de 2005, ese año habíamos descendido a Primera, aunque después nos fusionamos con el Bentraces y seguimos en Preferente"

El ascenso a Tercera era una promesa que usted tenía. "Sí, en febrero de 2008 falleció mi padre. Estaba muy malito y me había hecho prometerle que no dejara nunca nada por él. Estando en un partido me avisaron que había fallecido, me fui del campo y los jugadores salían a abrazarme, nunca me olvidará, y en la tumba le prometí a mi padre que nunca dejaría el Barbadás hasta que estuviera en Tercera. Gracias a Dios he podido cumplir mi promesa".

Y me cuentan que su gran ídolo es Maradona, ¿Qué hay de cierto? "Es verdad, es lo más grande que vi sobre un campo de fútbol, fíjese que yo soy del Madrid y me cambié al Barcelona por él. Ahora, en cuanto se fue ya volví al Madrid".

Pese a que lleva muchos años, aún le queda cuerda:"Hombre, te vas haciendo mayor y ya no tienes la ilusión de antes, pero mientras me sigan queriendo estaré y cuando vea que estorbo daré un pasito a un lado. A mí no me gusta ser protagonista nunca de la fiesta, pero sí que me gusta ser parte de ella."

Lo dice una persona entrañable, cariñosa y amigo de sus amigos que no quiere olvidarse de muchos que a lo largo de los años pasaron por sus manos, por su vida y por su equipo. "Como nombrarlos a todos es imposible. Me quedo con los capitanes, Cubi, Diego López, Felipe, yo me encariño muy fácil y siempre pensaba que nunca se iban y al final el que me quedo soy yo. Y por supuesto el presidente, José Manuel es el culpable que esto exista, cuando no esté seguro que habrá un antes y un después". Palabra de Andrés, ante todo un tipo que ama el fútbol.

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