Las terrazas de las cafeterías ourensanas estuvieron repletas de seguidores del Fútbol Club Barcelona disfrutando de la final de la Liga de Campeones. La alegría inicial por el gol de Pedro pronto se convirtió en incertidumbre con el empate de Rooney, pero los posteriores tantos de Messi y Villa desataron la euforia de los azulgrana que peregrinaron en masa a la finalización del partido al lugar habitual de celebración de los títulos deportivos, la plaza de Concepción Arenal.
Los 'ourensanos-culés' disfrutaron del cuarto título en la historia del Barcelona en la máxima competición continental, un éxito que llega unas semanas después de la consecución del título de Liga. Los ourensanos vitorearon sin descanso los nombres de las estrellas barcelonistas y la fiesta continuó durante la madrugada.