El Aguas de Sousas consiguió eliminar al Lan Mobel y se clasifica para las semifinales de la Liga, en las que se enfrentará al Aurteneche de Vitoria

Prueba superada

Los jugadores del COB celebran la victoria en la eliminatoria ante el Lan Mobel. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El Aguas de Sousas dio el primero de los tres pasos obligatorios para conseguir el ascenso a la LEB Oro. Se esperaba una serie dura y así fue. El COB salió vencedor de un intercambio de golpes interminable ante un rival con el mismo corazón, incluso más pegada individual y extraordinaria actitud. Los ourensanos apostaron por la defensa y demostraron elegir el camino correcto. Se exprimieron pero consiguieron dejar seco a su rival con un cuarto de antelación.
En tiempo de play off, la emoción y las sorpresas son denominador común en las series y el COB avisó a su afición de lo que todavía está por venir. El ascenso a la LEB Oro está más cerca pero todavía queda más de la mitad del camino por recorrer.

El error del primer partido no cayó en saco roto. El COB, como hizo el viernes en Azpeitia, no regaló ni un segundo del partido. Se pegó en cada defensa y obligó al Lan Mobel a tirar de sus mejores jugadores desde el inicio. Los guipuzcoanos aguantaron cada vez que Ott y Atoyebi coincidieron en cancha pero se fueron dejando puntos con las rotaciones.

El plan marcado le salió a la perfección a Rafa Sanz. Estiró las ayudas en los bloqueos directos y fue minando a Ott y anulando a Atoyebi. En ataque insistió en machacar una y otra vez la zona sacando tajada de sus cuatro rotaciones interiores. Primero Pantín, luego Vicens, después Webster y al final Koffi masacraron a un rival impotente ahí, cerca del aro.

Ya antes del descanso pudo romper el partido el COB. Consiguió 11 puntos de renta pero cometió cuatro errores consecutivos. Un despiste de Koffi al poste bajo, un mal pase a Hill en primera línea, un balón en el pie de Alberto Miguel y un mal cierre de rebote tras tiro libre. Pecados capitales en un play off y más aún si uno quiere evitar agobios finales. Guridi los aprovechó todos y envió a su equipo vivo al vestuario.


LA SENTENCIA

Perdonó en su primer arreón pero no lo hizo en el segundo el COB. Buscó la zona en cada ataque y siempre encontró premio. No importó que la pareja arbitral cargase incompresiblemente de faltas a Vicens, Koffi y Webster. Los tres hicieron daño y Pantín fue el más constante. Aportaron los pívots con el balón en la mano y también supieron leer las buenas ventajas que generaron los jugadores de perímetro.

Un trabajo de demolición que nunca se detuvo y en el que todos hicieron daño. Atrás, más de lo mismo. Ya con Atoyebi con la legua fuera y con Serrano sin tocar una bola cerca del aro. Todo se resumía a Ott y el trabajo de ayudas del COB fue demasiado para un jugador solo por mucha calidad que volviese a demostrar el escolta norteamericano.

La ventaja se disparó hasta los 19 puntos y la zona guipuzcoana consiguió reducirla hasta los siete. Con nueve de desventaja, Atoyebi falló tres tiros libres consecutivos y Hill acabó con la historia de la serie en el siguiente ataque. Triple y eliminatoria ganada.

Quedó tiempo para que Guillandeaux hiciese números con los tiros libres, para que el Lan Mobel se despidiese de la Liga con las botas puestas y para que el Pazo despidiera con ovación a los suyos y un merecido aplauso a un rival digno y meritorio en los tres partidos.

El viernes empieza ya una nueva batalla. Nuevo rival y distinto formato. Un Aurteneche que fue capaz de eliminar al Básquet Coruña por la vía rápida y con el factor pista en contra y que tiene en el título de Copa conseguido una inmejorable carta de presentación. Un rival igual de complicado y en una eliminatoria al mejor de cinco partidos. El Pazo la estrenará el viernes a las nueve de la noche.

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