El empuje del Caravaca obligó a muchos jugadores ourensanos a retrasar su posición habitual

Tocó ponerse el mono de trabajo

 El delantero Martín es atendido en el césped.
Berto: Se jugó el tipo en varias salidas de puños en la primera mitad, aunque el trabajo duro llegaría en la segunda, y al igual que sus compañeros lo pasó mal en los balones aéreos (1).
Portela: En sus botas estuvo la primera gran ocasión del partido, en el minuto ocho. Le tocó lidiar con el delantero Noel, al que logró mantener a raya (1).

Antonio: Su derechazo en el minuto 48 significaba el empate y obligaba al rival a hacer dos goles más dejando a su equipo a las puertas del ascenso. Realizó el trabajo sucio en la medular aunque profundizó menos que otras veces (1).

Sanginés: Su mejor tarjeta de visita fueron dos centros en la primera mitad. El primero lo cabeceó alto Martín en de las mejores ocasiones del Ourense y después no encontró rematador. Fue uno de los que sufrió los rigores del ímpetu defensivo local (1).

Alex: Cumplió bastante bien hasta que fue expulsado en el minuto 72. La primera tarjeta fue discutida, la segunda por agarrar al detalento local Noel (1).

Moisés: No fue el de otras tardes. Estuvo muy marcado en el centro del campo y en ningún momento logó conectar con sus compañeros en el ataque (1).

Arenas: Su mejor opción fue un remate en el que ya se cantaba el gol, en el minuto ocho. Con el paso de los minutos tuvo que retrasar mucho su posición para ayudar en defensa a sus compañeros (1).

Oli: Entró sustituyendo a Sanginés cuando Alex había sido expulsado, en los mejores momentos locales (s.c.) Breogán: Fue el encargado de sustituir a Martín Pérez cuando se lesionó (s.c.).

Martín dio el gran susto


En el minuto 10 de la segunda parte se produjo una de las muchísimas acciones de contacto en los saltos entre defensor murciano y atacante ourensanista. El triste protagonista en los segundos, el atacante Martín. A él le correspondió la faceta de jugar de ariete, de jugador más adelantado.

El equipo local tiró de veteranía y marcó el territorio desde el pitido inicial, y uno de los jugadores con los que más se cebaron fue del ‘9’ rojillo. En esa jugada saltó de espaldas a la portería para tratar de prolongar de cabeza un balón, y un defensor local golpeó el rostro de Martín, que cayó al suelo. El árbitro mandó continuar el juego y segundos después Cabaco, el meta local, se percató de la gravedad de la situación al ver sangre y llamó a las asistencias. Una ambulancia lo trasladó desde el mismo rectángulo de juego hasta el hospital de Caravaca, donde está ingresdo en observación a la espera de que le den el alta. Juan Pérez, presidente del Ourense, se quedó en tierras murcianas y, si todo sale bien, espera regresar en coche con el jugador: ‘Tiene un esguince cervical y la sangre se debió a que el codazo que recibió hizo que se mordiese la lengua, y perdió el conocimiento durante unos segundos. Sufrimos un gran susto, y creo que el equipo ya no fue el mismo, estuvo aplanado durante 15 minutos. Ahí se acabaron casi todas nuestras posibilidades’.

Seoane debió multiplicarse en defensa

El ourensanista formó en el lateral derecho pero en los mejores minutos de su equipo subió al ataque como el que más. Una galopada suya finalizó con una falta peligrosa en el prolongación del área, como en las que los locales lograban llevar peligro. En la segunda parte, cundo hubo zafarrancho de combate, debió multiplicarse en defensa (1).

Te puede interesar