La Preferente Autonómica llega a su última jornada de Liga y lo hace con casi todo por decidir. Los único seguro es que Ponte y Marín ya están descendidos. El resto, tanto por arriba como por abajo, está en el aire.
La pelea por el ascenso a Tercera es apasionante. Dos plazas y cinco equipos implicados. La Cultural de Areas es quién lo tiene más fácil. Le llega a los pontevedreses con un empate en Atios para recuperar la categoría perdida la temporada pasada.
Portonovo, Sanxenxo, Arosa y Choco son los otros equipos que aspiran al ascenso directo y sólo los primeros dependen de sí mismos para logarlo.
El interés ourensano está en el otro polo de la clasificación. Evitar el descenso es el sino de los equipos de la provincia temporada tras temporada y la disminución de equipos así lo demuestra. El Barco seguirá en Preferente y los acompañará seguro el recién ascendido Ourense B pero quizá sean ya los únicos en una Liga que llegó a tener siete ourensanos hace no muchas temporadas. Un verano más habrá que esperar para saber si los equipos de la provincia asumen las dos plazas de ascenso que le corresponden. La palabra la tiene inicialmente el Nogueira.
EL DESCENSO
Verín y Arenteiro necesitan un milagro para evitar el batacazo. En el caso de los de Monterrey más que eso.
Los arrastres volverán a dictar sentencia. Por eso los dos equipos ourensanos estarán pendientes de lo que haga el Vilalonga ante el Barbadás. Si descienden los pontevedreses, los dos equipos ourensanos estarían virtualmente condenados.
El Arenteiro aún tendría la oportunidad de lograr la permanencia directa. Necesita ganar en Espiñedo a un Portonovo que se juega el ascenso y que el Mondariz pierda ante el Estradense. 'No confío nada en el Estradense y más con la baja de Unai. Vamos a intentar ganar y esperar pero al menos asegurar que no nos pueda cazar el Verín', asegura el entrenador del Arenteiro, Francisco Romero.
El objetivo del Verín está claro. Tiene que ganar en Gondomar y que el Arenteiro pierda. Si lo consigue quedaría pendiente de lo que hiciese el Vilalonga y luego que algún ascenso a Segunda B lo pudiese favorecer en el caso de los arrastres.
Una combinación muy complicada como único recurso para evitar que un histórico del fútbol ourensano caiga después de muchas temporadas a Primera. Un domingo marcado por la emoción y que terminará en éxito para unos y fracaso para otros.
Portonovo, Sanxenxo, Arosa y Choco son los otros equipos que aspiran al ascenso directo y sólo los primeros dependen de sí mismos para logarlo.
El interés ourensano está en el otro polo de la clasificación. Evitar el descenso es el sino de los equipos de la provincia temporada tras temporada y la disminución de equipos así lo demuestra. El Barco seguirá en Preferente y los acompañará seguro el recién ascendido Ourense B pero quizá sean ya los únicos en una Liga que llegó a tener siete ourensanos hace no muchas temporadas. Un verano más habrá que esperar para saber si los equipos de la provincia asumen las dos plazas de ascenso que le corresponden. La palabra la tiene inicialmente el Nogueira.
EL DESCENSO
Verín y Arenteiro necesitan un milagro para evitar el batacazo. En el caso de los de Monterrey más que eso.
Los arrastres volverán a dictar sentencia. Por eso los dos equipos ourensanos estarán pendientes de lo que haga el Vilalonga ante el Barbadás. Si descienden los pontevedreses, los dos equipos ourensanos estarían virtualmente condenados.
El Arenteiro aún tendría la oportunidad de lograr la permanencia directa. Necesita ganar en Espiñedo a un Portonovo que se juega el ascenso y que el Mondariz pierda ante el Estradense. 'No confío nada en el Estradense y más con la baja de Unai. Vamos a intentar ganar y esperar pero al menos asegurar que no nos pueda cazar el Verín', asegura el entrenador del Arenteiro, Francisco Romero.
El objetivo del Verín está claro. Tiene que ganar en Gondomar y que el Arenteiro pierda. Si lo consigue quedaría pendiente de lo que hiciese el Vilalonga y luego que algún ascenso a Segunda B lo pudiese favorecer en el caso de los arrastres.
Una combinación muy complicada como único recurso para evitar que un histórico del fútbol ourensano caiga después de muchas temporadas a Primera. Un domingo marcado por la emoción y que terminará en éxito para unos y fracaso para otros.
