fútbol | tercera

Una victoria balsámica para el Arenteiro

<p></p>
photo_camera El delantero Iker Hurtado celebra con rabia el primer gol del Arenteiro en la tarde de ayer.
Arenteiro
Arenteiro
5
0
Villalonga
Villalonga

El Arenteiro se dio un homenaje a costa de un débil Villalonga al que derrotó con claridad por un rotundo 5-0. Y pudieron ser más.

Le hacía falta una victoria al conjunto verde y curiosamente llegó en un partido que no fue de los mejores para los de Carballiño. Cierto que en otros encuentros hicieron méritos más que suficientes para haberlos ganados, pero la suerte no estaba de su lado. Esta vez sí que estuvo. Aunque ante el Vilalonga no la hubiesen necesitado. Habrían ganado igual.

El partido comenzó con mucho aire y lluvia, que hacía presagiar que el mal estado del campo de Espiñedo se pondría imprácticable. Por eso el conjunto de Manel Vázquez intento apurar la maquinaria para adelantarse en el marcador lo más pronto posible.

Lo intentó con un remate de cabeza de Carlos de Dios y un disparo de Dani Chimpín, pero no encontró el camino. El Vilalonga, sin prisa, a lo suyo. Un par de acercamientos con un disparo de Hugo Pintos y un remate de cabeza tras saque de esquina de Adrián Santos. Y poco más.

En el minuto 36, una rápida jugada del Arenteiro finalizó con un centro de Carlos de Dios que Iker Hurtado remató al fondo de la red. Celebración con rabia de los locales, que hacía muchos partidos no se le ponía un partido de cara. Y de qué forma. El Vilalonga acusó el golpe y se fue del partido.

En el 42, Rubén Arce, de tiro raso desde fuera del área, marcó el segundo. Y casi sin tiempo para celebrarlo Portela remata de cabeza un saque de esquina que sacó Dani Chimpín, en el segunda palo. 3-0 y descanso para ordenarse las ideas ante un resultado muy amplio.

En la segunda parte no cambió la decoración. El Vilalonga se marchó del partido en el descanso. Es lo normal. Los pontevedreses llevan 20 jornadas sin conocer la victoria y al mínimo golpe se diluyen como un azucarillo. Tiene asumido que la Tercera división para ellos ya es historia y que, como bien reclamó su entrenador al final del partido, solo les queda acabar la temporada con la mayor dignidad posible.

Del partido, en la segunda parte, el recital de Rubén Arce, que se fue una y otra vez de sus rivales, y que demostró estar un punto por encima del resto, se permitió marcar el cuarto gol al definir con claridad ante Marcos y dar un par de asistencias a sus compañeros que estos desaprovecharon.

El Vilalonga, para acrecentar sus males no marcó ni de penalti. Hugo Pintos mandó al larguero unas manos de Maxi. El quinto lo marcó Vilachá en el 80, para poner el punto y final a la fiesta verde.

Te puede interesar