La aventura de Óscar Bartolomé Seoane López en el Verín duró menos de 24 horas. Fugaz, pero no más extraña que en otros clubes nacionales o federaciones provinciales.
A principios de mes a quien intentó convencer de su valía fue a uno de los clubes con más historia del fútbol nacional, el Real Unión de Irún. Allí se ofreció como agente u ojeador. 'Nos dijo que vivía en Hendaya, nos contó su pasado con Mourinho y que representaba a jugadores. Le dijimos que para esta temporada no nos interesaba', explica el presidente del club, Ricardo García.
No consiguió trabajo en el club pero sí se llevó botín de Irún. 'Me dijo que iba al concesionario Ford a ver un coche y le dije que conocía mucho al dueño'. Allí repitió algo parecido a lo que hizo en Vigo. Compra rápida, transferencia bancaria falsa y coche sin pagar. El dueño del concesionario, José Mari Vertiz lo explica: 'Fue el 5 de febrero, se lo dimos el día 6 y desapareció el 7'. Y añade: 'Nos hizo un ingreso de un banco de Inglaterra y esos ingresos suelen tardar tres días. Nos fiamos de él porque venía con Ricardo (García). Incluso me dijo si lo podría entregar personalmente la chica de la oficina que él estaba en trámites de separación'.
Jose Marí Vertiz se enteró ayer a las seis de la tarde por La Región del paradero de su coche, que el martes estaba aparcado en el José Arjiz de Verín.
PROMOTOR Y ÁRBITRO
Las 'aventuras' de Bartolomé Seoane tienen precedentes en Santiago. Allí, como ya adelantó La Región en su edición de ayer, quiso 'comprar' el Ciudad de Santiago pero además trató de organizar un torneo juvenil. 'Decía que iba a traer a los juveniles del Chelsea, Benfica, Arsenal, PSG... Quería reservar el Hostal de los Reyes Católicos, llegó a reservar una cena para 20 personas en un restaurante. Había pantallas gigantes, azafatas... vamos, un fenómeno. Al final todo quedó en nada y eso que incluso había hablado con Fernando Vázquez (hoy entrenador del Deportivo)', recuerda el presidente de la Delegación de la Federación de fútbol en Santiago, Enrique Fernández Otero.
También en Santiago probó fortuna, en esta ocasión como árbitro. Carlos Otero, presidente del colegio de árbitros, explica que 'llegó con un papel que cualquiera podría hacer en un ordenador en el que decía que había sido árbitro en Inglaterra en una categoría equivalente a la Tercera. Hizo un examen teórico que fue un desastre y eso que eran preguntas básicas, al examen físico no se presentó mandando un mensaje en el que decía que estaba en Ourense porque su padre había tenido un accidente y tardó dos semanas en pagar los 80 euros de la colegiación, que creo recordar le había pedido a otro árbitro, y lo pusimos a pitar un partido de juveniles. Recuerdo bien que era en As Cancelas un sábado a las siete y media de la tarde. Llegué para verlo a las ocho menos diez y ya se había suspendido el partido. Al parecer estaba perdido y dijo que se había lesionado'.
Y EL VERÍN, SIN ENTRENADOR
Mientras, el Verín busca relevo para Bartolomé. Por la mañana el presidente se ponía en contacto con el entrenador pidiéndole documentación que avalase sus referencias pero el resto del día fue imposible localizarlo. 'Xa só lle mandamos unhos whatsapp pero foi imposible falar con él', dice Zubiela. El Verín habló por la tarde con un entrenador y hoy lo hará con otro. De esa dupla saldrá el relevo.
No consiguió trabajo en el club pero sí se llevó botín de Irún. 'Me dijo que iba al concesionario Ford a ver un coche y le dije que conocía mucho al dueño'. Allí repitió algo parecido a lo que hizo en Vigo. Compra rápida, transferencia bancaria falsa y coche sin pagar. El dueño del concesionario, José Mari Vertiz lo explica: 'Fue el 5 de febrero, se lo dimos el día 6 y desapareció el 7'. Y añade: 'Nos hizo un ingreso de un banco de Inglaterra y esos ingresos suelen tardar tres días. Nos fiamos de él porque venía con Ricardo (García). Incluso me dijo si lo podría entregar personalmente la chica de la oficina que él estaba en trámites de separación'.
Jose Marí Vertiz se enteró ayer a las seis de la tarde por La Región del paradero de su coche, que el martes estaba aparcado en el José Arjiz de Verín.
PROMOTOR Y ÁRBITRO
Las 'aventuras' de Bartolomé Seoane tienen precedentes en Santiago. Allí, como ya adelantó La Región en su edición de ayer, quiso 'comprar' el Ciudad de Santiago pero además trató de organizar un torneo juvenil. 'Decía que iba a traer a los juveniles del Chelsea, Benfica, Arsenal, PSG... Quería reservar el Hostal de los Reyes Católicos, llegó a reservar una cena para 20 personas en un restaurante. Había pantallas gigantes, azafatas... vamos, un fenómeno. Al final todo quedó en nada y eso que incluso había hablado con Fernando Vázquez (hoy entrenador del Deportivo)', recuerda el presidente de la Delegación de la Federación de fútbol en Santiago, Enrique Fernández Otero.
También en Santiago probó fortuna, en esta ocasión como árbitro. Carlos Otero, presidente del colegio de árbitros, explica que 'llegó con un papel que cualquiera podría hacer en un ordenador en el que decía que había sido árbitro en Inglaterra en una categoría equivalente a la Tercera. Hizo un examen teórico que fue un desastre y eso que eran preguntas básicas, al examen físico no se presentó mandando un mensaje en el que decía que estaba en Ourense porque su padre había tenido un accidente y tardó dos semanas en pagar los 80 euros de la colegiación, que creo recordar le había pedido a otro árbitro, y lo pusimos a pitar un partido de juveniles. Recuerdo bien que era en As Cancelas un sábado a las siete y media de la tarde. Llegué para verlo a las ocho menos diez y ya se había suspendido el partido. Al parecer estaba perdido y dijo que se había lesionado'.
Y EL VERÍN, SIN ENTRENADOR
Mientras, el Verín busca relevo para Bartolomé. Por la mañana el presidente se ponía en contacto con el entrenador pidiéndole documentación que avalase sus referencias pero el resto del día fue imposible localizarlo. 'Xa só lle mandamos unhos whatsapp pero foi imposible falar con él', dice Zubiela. El Verín habló por la tarde con un entrenador y hoy lo hará con otro. De esa dupla saldrá el relevo.
