Cuando la gallina vieja hace buen caldo

Valentino Rossi, celebrando su titulo. (Foto: EFE)
Cuando la gallina vieja hace buen caldo, todos los comensales disfrutan con el sabor del consomé. Lo mismo ocurre en el deporte cuando Valentino Rossi gana su noveno mundial, Alesandro Nesta marca dos goles o Martín Palermo aparece como el salvador de Argentina y de Boca.
Si en el deporte se aplicara el recurso a la prejubilación que prima en las empresas en época de crisis, los aficionados se perderían las hazañas de estos veteranos treintañeros, que se resisten a tirar la toalla.

Con su habitual y original sentido del humor, Rossi reflejó en una camiseta y en un casco, del que soltó un huevo con el número 9, que no está para prejubilaciones a sus 30 años.

‘Gallina vieja hace buen caldo’, decía la leyenda del piloto de los récords después de conquistar en Sepang (Malasia) su novena corona mundial, de ser el que más veces ha subido al podio, con 163 veces, y de sumar 103 victorias, sólo superado por Giacomo Agostini, con 122.

Rossi aludía sin duda al duelo mantenido con el piloto español Jorge Lorenzo, de 22 años, también de Yamaha, que le persiguió toda la temporada con el afán de arrebatarle el trono, pero al final el ‘viejo’ se impuso y el ‘niño’ tendrá que esperar.

‘Juntos hemos protagonizado algunos desafíos al límite, es un rival fantástico y también quiero felicitarle a él’, dijo Rossi, que ha tomado parte en 226 carreras consecutivas desde su debut en los circuitos mundiales (en la categoría de 125 cc en Malasia en 1996).

¿El secreto de esta longevidad deportiva? Responde a ‘La Gazzetta dello sport’: ‘Para llevar a la cima una MotoGP hasta los 34-35 años, se necesita motivación, equilibrio y ganas de entrenarse’.

En la lista de los treintañeros que siempre vuelven, apareció este fin de semana otro italiano, el defensa central Alessandro Nesta, que con dos goles de cabeza dio la vuelta al marcador en la visita del Milán a Chievo, moviendo el marcador de 1-0 a 1-2.

Nesta, de 33 años, nunca había marcado dos goles en un partido. El defensa central los celebró con la rabia de quien grita ‘aquí sigo, no estoy acabado’. Pero conoce sus limitaciones. Dejó la selección en agosto de 2007 por problemas físicos y se mantiene en su decisión: ‘No regreso para no forzar mi físico’.

Al otro lado del Atlántico, Martín Palermo sigue aportando soluciones a las más desesperadas situaciones. Como cuando marcó el gol del triunfo sobre Perú que resultó vital para la posterior clasificación albiceleste al Mundial 2010.

Palermo tiene 36 años pero fue capaz de jugar el domingo el ‘clásico de los clásicos’ Boca Juniors-River Plate (1-1) con el tabique nasal fracturado. Se protegió con una mascarilla que se quitó antes de marcar el gol del empate para Boca.

Este delantero, máximo goleador en activo del fútbol de su país, ha sido dado por retirado en más de una ocasión, pero le sostiene una voluntad férrea y, como dijo después del partido contra Perú, ‘la capacidad de asombro’ que mantiene por todo lo que le ocurre.

Asombrado tiene a la afición del Osasuna y a la Liga española el delantero uruguayo Walter Pandiani, que a sus 33 años lleva anotados seis goles en ocho partidos, a sólo uno de los que suman los líderes de la tabla de artilleros, el sueco Zlatan Ibrahimovic, del Barcelona, y el español David Villa, del Valencia.

‘El Rifle’ Pandiani ha disputado los ocho partidos de Liga como titular y nunca defraudó. ‘Tiene un gen competitivo especial’, dice su técnico, José Antonio Camacho. Cuando no juega, el equipo lo echa de menos. La temporada pasada anotó 11 goles, claves para la permanencia de Osasuna en Primera y las peñas le premiaron con el trofeo al jugador ‘más carismático’.

Rossi, Nesta, Martín Palermo, Pandiani, esas ‘gallinas viejas’ que resucitan a los muertos con un caldo de sabor superior.

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