España, con el vigués Diego Mariño en el banquillo, cayó ante Honduras y queda eliminada de los Juegos tras no ser capaz de anotar un solo gol en dos partidos aunque ayer creó ocasiones para remontar

Fracaso absoluto del fútbol olímpico

La selección olímpica española perdió ayer ante Honduras (0-1) su segundo partido y quedó eliminada del torneo olímpico masculino de fútbol, donde ni ha puntuado ni ha marcado ningún gol en los dos primeros encuentros.
Las derrotas de 'la rojita' ante Japón y Honduras han consumado el fracaso olímpico y han dado al fútbol español el mayor disgusto de las últimas décadas.
No obstante, ayer los de Luis Milla estuvieron mucho mejor que en el debut ante Japón y si perdieron fue más por la falta de acierto ante la meta rival y la gran actuación de José Mendoza, que porque no hicieran méritos para ganar.
Además del encuentro, España llegó a perder las formas y los continuos conatos entre los jugadores de ambos equipos y las sucesivas protestas al árbitro hicieron que al final, y después de animar a España durante buena parte del choque, el público del St James' Park se decantase finalmente por Honduras. Derrota y pobre imagen.
El equipo español pagó caro el tempranero gol de Bengtson (min. 7), una jugada por la izquierda del ataque hondureño que derivó en un remate de cabeza del ariete rival al fondo de la red.
Y lo que hundió posteriormente al conjunto español fue su falta de definición frente a Mendoza en las numerosas ocasiones de las que dispuso en la segunda mitad, cuando los cambios de Milla mejoraron mucho las cosas.
El gol encajado resultó un golpe anímico para un equipo al que se le acumulaban los males desde la llegada al torneo olímpico. Un once, no obstante, mejorado con respecto al primer día y en el que Mata intentó el empate hasta en dos ocasiones. Con sendos disparos desde la frontal, en los minutos 37 y 46, que se le marcharon fuera por poco junto al palo derecho de Mendoza.
Antes de ambos disparos los 'catrachos', nombre con el que se conoce a la selección hondureña, habían puesto en dificultades a De Gea en alguna oportunidad, si bien el portero español se mantuvo firme bajo palos.
Una trifulca en la boca de vestuario, por la que el árbitro amonestó al vigués Diego Mariño, Tello y Arnold, dio paso al descanso.
A punto estuvo de recibir un segundo golpe España nada más regresar de vestuarios. Primero, Figueroa disparó fuerte y alto desde muy lejos y, a los cinco minutos de la reanudación, Espinoza disparó al palo tras recibir de Mario Martínez.
Con el susto en el cuerpo, los de Milla fueron espabilando y avanzando el asedio al que iban a someter a la meta de Mendoza, protagonista claro del partido.
Las sucesivas entradas al terreno de juego de Herrera y el ex céltico Rodrigo le surtieron efecto a Milla y dos jugadas de Adrián a los diez minutos en el área rival dieron paso al abordaje español, que gozó hasta de cinco ocasiones claras de gol entre los minutos 68 y 71. Las más claras, el primer disparo de Muniain al palo y la última de Rodrigo, frente al que se cruzó Mendoza. Dos ocasiones más de Rodrigo, una de ellas un cabezazo claro al larguero cuando todo el estadio cantaba el gol, dieron paso al desenfrenado ataque final de la 'rojita', que no dio sus frutos. Y, lo que es peor, dejó un reguero de malos modales que decantó las simpatías del estadio hacia Honduras.
El árbitro también contribuyó al desaguisado al no señalar un penalti de libro sobre Rodrigo al borde del minuto 90. En las protestas, Iker Muniain llegó a empujar al árbitro.
Dos derrotas en otros tantos partidos que eliminan a la selección de fútbol que todavía tiene que medirse a Marruecos. Un partido que será un merecido castigo.

Te puede interesar