El conjunto blaugrana cae en Granada y se aleja de la Liga, sólo tres días después de su eliminación de copa
En tan sólo tres días, el Barcelona ha tenido tiempo para despedirse de la Champions League y dejar en entredicho sus opciones al título de Liga después de caer en Granada gracias a un solitario tanto de Brahimi.
Cierto que el conjunto blaugrana lo hizo casi todo para ganar ayer, pero la mala puntería, la ansiedad, el gran trabajo defensivo de los andaluces y un Karnezis descomunal fueron factores suficientes para una nueva derrota que deja muy tocado a los catalanes, sin rumbo y con el futuro del entrenador en entredicho.
El partido sólo tuvo una dirección. La medular del Barça monopolizó el balón y las ocasiones comenzaron a acumularse en el área andaluza.
Pero una pérdida de balón de Song en la medular propició un rápido ataque rojiblanco que concluyó, tras un gran pase de Rico, con El Arabi batiendo a Pinto y desatando la locura en el Nuevo Los Cármenes.
A partir de ahí, el encuentro siguió con el mismo guión. Un Barcelona acumulando llegadas infructuosas y un Granada resistiendo bien y diseñando peligrosos contragolpes. Montoya, Messi, Iniesta o Cesc pudieron batir antes del descanso a un Karnezis espectacular. Tras la reanudación, otra vez Fàbregas y Neymar desaprovecharon dos buenas ocasiones para el conjunto del Tata Martino, que se jugó el todo por el todo con la entrada al campo de Alexis Sánchez en lugar de Busquets.
En los últimos quince minutos, la ansiedad se dueñó de los blaugranas, conscientes de lo que estaba en juego en Los Cármenes. Fruto de ello, la circulación de balón se hizo cada vez más espesa además de salir a relucir el cansancio de un equipo en el que Messi y Neymar aparecieron mucho, pero con escaso acierto.
Después de que incluso El Arabi dispusiera de dos ocasiones para sentenciar el marcador ante un excelente Pinto, el partido se agotó con un 1-0 que deja al Granada más cerca de firmar la salvación y hunde a un Barça inmerso en una crisis deportiva e institucional.
