Dos goles de Nelson Haedo Valdez hicieron saltar la banca de la Liga y dejaron mudo al Camp Nou, que asistió incrédulo al inesperado descalabro de su equipo. El Hércules tumbó al campeón en su propio estadio (0-2) y dinamitó el campeonato con dos zarpazos del paraguayo, uno en cada mitad. El primero, en una jugada fea, un balón botado por Drenthe desde la frontal que acabó entrando casi pidiendo perdón. El segundo, con un precioso golpeo seco a la escuadra, al primer toque y después de una precisa asistencia de Tiago Gomes.
Guardiola reservó a varios de sus internacionales pensando en el Panathinaikos y no se acordó que hace 13 años, cuando era jugador, un recién ascendido Hércules le birló la Liga ganándole al Barcelona en su estadio y también en Alicante. El técnico azulgrana rectificó en el descanso, cuando dio entrada a Xavi, Pedro y Alves al inicio de la segunda mitad. Pero fue inútil.
Esteban Vigo, técnico del Hércules, había adelantado en la víspera que su equipo intentaría disputarle el balón al Barcelona. Evidentemente no pudo, pero tampoco le hizo falta. La perfecta organización defensiva le bastó para desarmar a los azulgranas. Las paradas de Calatayud y los desajustes del conjunto local, muy espeso en todas sus líneas, hicieron el resto.
Ni con el equipo de gala en el segundo tiempo logró el Barcelona darle la vuelta al marcador. Y en la recta final, el Hércules, incluso, tuvo tiempo de gustarse a la contra. Valdés tuvo que intervenir a un disparo envenenado de Kiko Femenía y una doble ocasión de Sendoa y Trezeguet.
Esteban Vigo, técnico del Hércules, había adelantado en la víspera que su equipo intentaría disputarle el balón al Barcelona. Evidentemente no pudo, pero tampoco le hizo falta. La perfecta organización defensiva le bastó para desarmar a los azulgranas. Las paradas de Calatayud y los desajustes del conjunto local, muy espeso en todas sus líneas, hicieron el resto.
Ni con el equipo de gala en el segundo tiempo logró el Barcelona darle la vuelta al marcador. Y en la recta final, el Hércules, incluso, tuvo tiempo de gustarse a la contra. Valdés tuvo que intervenir a un disparo envenenado de Kiko Femenía y una doble ocasión de Sendoa y Trezeguet.
